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Abraham Orviz: "Mohamad me pide que le ayude a venir; lo pasa mal"

El candasín que quiere acoger a un cardiólogo sirio que le salvó la vida, sin apoyos: "He perdido la fe en España"

Un pedacito de Candás está en la plaza de la Bolsa de Bruselas, símbolo improvisado de la paz, solidaridad y concordia de la capital belga tras los atentados del pasado 22 de marzo. El encargado de dejar este mensaje fue Abraham Orviz, natural de San Martín del Rey Aurelio, aunque candasín de adopción.

Este mecánico ya jubilado residente en la capital de Carreño, hombre de fuertes convicciones, actualmente se encuentra luchando por traer de vuelta a España al cardiólogo sirio Ali Ismail Mohamad. Estos días Orviz se encuentra en Bélgica por motivos familiares y ha aprovechado la coyuntura para recordar que la suya es una localidad solidaria y pacífica.

"Quisimos dejar un mensaje en la explanada de la paz, que está en la plaza de la Bolsa, para que conste que el pueblo de Candás rechaza cualquier tipo de acto violento. Es la mejor manera de unirnos a esta bonita y espontánea iniciativa", explica en conversación telefónica a LA NUEVA ESPAÑA Abraham Orviz sobre su contribución al popular mausoleo.

A su vuelta a España, que tendrá lugar en unos días, no tendrá casi tiempo para deshacer las maletas. Y es que este solidario candasín partirá el próximo 16 de abril rumbo a República Checa. Va a visitar a uno de los hijos y uno de los hermanos de Mohamad, que lograron cruzar la frontera siria, y que se encuentran residiendo en el país europeo.

"Voy a verles porque lo están pasando muy mal. Están muy solos y, ante todo, lo que necesitan es cariño", relata este altruista carreñense. Abraham Orviz lleva varias semanas intentado traer de vuelta a España a su amigo, el cardiólogo Ali Ismail Mohamad, aunque hasta el momento casi todos sus esfuerzos han sido en vano. "La única llamada que he recibido para ofrecerme ayuda en las últimas semanas ha sido de la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández. Del resto de partidos políticos o asociaciones, nada. Estoy desolado", sentencia el hombre, que la próxima semana se reunirá con la regidora para tratar de buscar alternativas y soluciones al problema de su amigo.

"Yo fui emigrante sin papeles en Bélgica, he viajado mucho, y mi experiencia siempre ha sido buena. He recibido ayuda en todas las partes del mundo, incluso sin pedirla. Y ahora, cuando la busco en mi país, no la encuentro. Me dan ganas de volver a emigrar, he perdido la fe en España", sentencia este pensionista que está poniendo todo su empeño en traer de vuelta a su amigo sirio, que le salvó la vida en 2003 tras haber sufrido un paro cardiaco.

Sobre las conversaciones que mantiene con Mohamad, todas ellas a través de teléfono, Orviz asegura que el sirio necesita cariño: "Me pide que le hable, que no le deje hablar y que por favor le ayude a venir. Están viviendo una situación muy dura".

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