"Estoy muy contenta. Llevo 41 años en el negocio y que te ocurra algo así, te alegra mucho". Son palabras de una eufórica Ana Medina Balbín, del restaurante Vista Alegre, de la playa de la Griega (Colunga) y cocinera de la "Mejor Fabada del Mundo" de esta edición, cuya final se disputó ayer en Amandi (Villaviciosa). Es un premio a tantos años de trabajo y esfuerzo. Tuvo como maestras a su madre pero, sobre todo, a su suegra, anterior propietaria del negocio. De ellas aprendió los secretos de les fabes. Mima con especial cuidado el compango, casero: "la morcilla, me gusta hacer a mí". Es la mejor forma de elaborarla a su gusto. Por lo que no es de extrañar que también se llevara el premio al "Mejor Compango del Mundo", la novedad de este año.

El segundo galardón fue para el restaurante Michem, de Villabona (Llanera), y el tercero, se quedó en casa, en el Verano, de Argüeru (Villaviciosa) .

El equilibrio es clave para cocinar una fabada de campeonato. Lo asegura uno de los miembros del jurado, el gastrónomo Juan Antonio Duyos, que también destacó el "alto nivel" de los guisos de los 24 finalistas -21 asturianos- y la calidad de la faba en esta edición. Señala que a la hora de preparar una buena fabada cuentan "todos los pequeños detalles", que se aprecian aún "más en el compango". Lo que Duyos no tiene claro es si decantarse por la alubia seca o la fresca congelada. Cree que "es difícil" la decisión.

"Cada vez hay mejor nivel técnico y los participantes ponen interés. Es un concurso que está consolidado", resalta Pedro Morán, de Casa Gerardo, y un habitual en el jurado del certamen. Para él es fundamental acertar con la morcilla porque "es la que entrega todo el sabor" al guiso.

Bien lo saben los cocineros. Jesús García, de La Vizcaína (Las Caldas), explicaba mientras calentaba su fabada que se animó a participar "por probar una experiencia distinta". También llegó con la lección aprendida de su madre, su maestra. Parte del éxito del plato está en el "compango y que la faba sea suave, no hace falta que sea muy grande".

Ana Narciandi, de Casa Narciandi, confirma que el tocino, el lacón, el chorizo y la morcilla son fundamentales para triunfar en la cocina con este plato de cuchara tan asturiano. Una cocción suave es igualmente muy importante. La que ayer presentó al concurso estuvo haciéndose a fuego lento desde las nueve de la mañana a la una de la tarde "sin parar, con mucho amor y cariño". Aconseja que las alubias reposen sobre una hora antes de servirlas.

Rosa María Capita, del Tendejón de Fernando, de Las Regueras, logró pasar a la final. El año pasado se quedó a las puertas. Así que para ella éste era en sí mismo un premio: "estar en la final ya es importante para nosotros". Echar un buen compango -mejor casero-, buena faba y una cocción lenta son las claves para guisar una fabada diez.