Un grupo de los trabajadores despedidos por Fahime denuncia que la empresa está "desmantelando y vendiendo lo que queda de maquinaria", por lo que temen que, en caso de que los Juzgados de lo Social fallen a su favor y la compañía tenga que abonarles una indemnización, "no aparezca el dinero para hacerles frente".

Según el representante de este colectivo de obreros, Juan Guillermo Iturrioz, de la Corriente Sindical de Izquierda, la compañía lleva semanas "vendiendo piezas y máquinas para chatarra y manteniendo actividad" en la factoría. Para tratar de poner freno a esta situación, pusieron en conocimiento de la Guardia Civil estos hechos con la esperanza de que se "detengan".

"Están vendiendo los bienes con los que supuestamente tendrían que hacer frente a sus responsabilidades en caso de condena por parte de los Juzgados de lo Social. Nos están dejando sin opciones de cobro", aseguró Iturrioz, quien definió la situación que viven los trabajadores como de "total indefensión".

Actualmente, Fahime se encuentra en situación de preconcurso de acreedores, lo que los trabajadores consideran "abre una puerta a la empresa para esquilmar los activos muebles disponibles. Creemos que ese dinero líquido que están obteniendo con la venta de máquinas, piezas y chatarra no se va a destinar a pagarnos en caso de que deban hacerlo, sino que va a desaparecer. Estamos seguros de que están urdiendo un quiebra encubierta y que, al final, nos mandarán a cobrar al Fondo de Garantía Salarial. No podemos pensar otra cosa porque nos llevan engañando toda la vida, y ahora lo volverán a hacer", aseveró Iturrioz.

El grueso de los extrabajadores de Fahime se encuentra a la espera de recibir sentencia de diferentes juzgados de lo Social para conocer qué cantidad les debe abonar la empresa en concepto de indemnizaciones y liquidaciones si procede. "Si no logramos cobrar por la vía social, estamos dispuestos a personarnos por la penal o lo que haga falta. Llegaremos hasta donde sea para que nos den lo que es nuestro", afirmó el representante de los trabajadores.

"De momento, lo que nos queda es tratar de vigilarles por nuestros medios y hacer fotografías para denunciar este tipo de acciones", añadió el sindicalista.

Precisamente, el grupo de trabajadores representados por Iturrioz, de unos diez obreros, es el más castigado por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la empresa el pasado octubre. "Tenemos edades comprendidas entre los 56 y los 61 años, con antigüedad de más de 30 años en la empresa, y actualmente nos encontramos en paro. A estas alturas, es muy complicado conseguir un nuevo empleo. Por ello ponemos tanto empeño en frenar esto", recalcó.