Los vecinos y colectivos de Lugones tienen tan claro el potencial del parque de La Acebera como la necesidad de tomar medidas que permitan aprovecharlo al máximo, tanto como espacio de esparcimiento como de disfrute de la naturaleza y la práctica de deportes al aire libre. Unas actuaciones que en general coinciden en orientar hacia la necesidad de aumentar de la vigilancia para prevenir destrozos intencionados y la concienciación de unos usuarios que generalmente dejan mucho que desear en materia de civismo.
Los habituales destrozos y acumulaciones de basura son una de las principales preocupaciones y por ello hay voces que ven prioritario aumentar la presencia policial. "Siempre eché de menos que no hubiera guardias frecuentando la zona", explica el cronista local, José Antonio Coppen, que entiende que bien la Guardia Civil, la Policía Nacional o la Policía Local deberían hacer notar su presencia. "No sé muy bien a quien compete, pero está claro que frenarían de algún modo posibles daños", añade Coppen, que califica al principal espacio natural de Lugones como "una joya dentro del concejo de Siero que precisa de más interés y dedicación por parte de todos". Recuerda que el parque está masificado, sobre todo en primavera y verano, por gente de otros concejos como Oviedo o Llanera.
Otros como Christian Álvarez, de la asociación Lugones se Mueve, cree que la habitual acumulación de basuras o daños en el parque son la consecuencia de varios factores. "En algunas ocasiones se junta la falta de mantenimiento con el comportamiento incívico de la gente", explica. Dice ser frecuentemente testigo de comportamientos reprochables a los usuarios del espacio. "El lunes todavía estuve haciendo deporte y vi como mucha gente generaba basura y no la recogía", explica.
También hay quien resta responsabilidad a las administraciones y centra la totalidad de las responsabilidad a los usuarios. "El parque es maravilloso y está cuidado por la administración, pero la gente no lo respeta los suficiente", comenta la presidenta de la agrupación folclórica "La Sidrina", Edita Reguera, que entiende que en ocasiones se recurra a las multas y otras medidas para atajar estos problemas. "Hay personas que si no se les castiga no aprenden", sostiene al mismo tiempo que considera que la concienciación debería empezar por los propios vecinos. "Si reprochamos a la gente los malos comportamientos cuando los vemos es posible que terminen por cortarse", declara al mismo tiempo que también se muestra partidaria de más vigilancia. "No estaría de más para que la gente fuera más responsable".
Limitar algunos usos en el espacio es una alternativa que defienden algunos usuarios incondicionales de la zona como el director de la Escuela de Ciclismo de Viella, Paco Fuertes, que opina que podría aprovecharse más La Acebera. "Se le podría sacar mucho más partido, pero precisaría tomar medidas impopulares", indica un Fuertes que vería con buenos ojos limitar el acceso de los vehículos motorizados al espacio y consolidarlo como una zona de esparcimiento.
"Mucha gente lo usa para hacer parrilladas, poner música a tope y hacer rally con el coche", apunta al mismo tiempo que se muestra a favor de incrementar la vigilancia y potenciar el uso deportivo.
