El Ayuntamiento de Grado estrenó ayer el tercer albergue para peregrinos del concejo, primero urbano de la villa. En el acto de inauguración, en el que estuvieron presentes el alcalde, José Luis Trabanco, y diferentes representantes de la corporación, se presentaron las instalaciones, ubicadas en la zona del antiguo mercado, y se realizó una espicha con la que se recibió a los primeros peregrinos.
"Son unas instalaciones muy bonitas y me gusta mucho el sitio. Además la gente la gente es muy amable", aseguró con un marcado acento italiano Carlo Ferlinghetti, natural de Brescia, que fue el primer peregrino en registrarse en el nuevo hospedaje moscón. "Grado es una etapa natural del camino por su distancia con Oviedo. Estoy seguro de que cuando los peregrinos sepan que está en funcionamiento se quedará pequeño", explicó José Manuel Fernández, uno de los primeros caminantes en estrenar las instalaciones de la villa, junto a sus compañeros Benito Marzoa y José Antonio Díaz.
El albergue estará gestionado por la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago, y durante sus primeros días de andadura Helena Bernardo será la encargada de organizar y mantener las instalaciones. "Todos los hospitaleros somos voluntarios y tratamos de devolverle al Camino parte de lo que nos ha dado. Nuestra intención es mantener el espíritu de la acogida tradicional, de recibir a los peregrinos con las manos tendidas y el corazón abierto; queremos mantener esa llama encendida", aseguró esta portuguesa afincada en Oviedo, que ya ha realizado la ruta xacobea en siete ocasiones.
Por su parte, la concejala Cristina Huerta se mostró "muy contenta" con el resultado de las obras de acondicionamiento del nuevo albergue, y aseguró que potenciar el Camino de Santiago es una de las prioridades del Consistorio. "Desde su declaración como patrimonio mundial, el número de caminantes por la ruta primitiva ha crecido enormemente, y consideramos que la creación de un albergue urbano era fundamental, porque estaba muy demandado por los propios peregrinos", aseguró.
Precisamente esta afluencia de público a la ruta que pasa por el concejo moscón es visto por el gobierno municipal como una oportunidad a explotar. "Somos un concejo que no tiene mar ni plazas hoteleras, por lo que es fundamental explotar el camino primitivo, al que consideramos un diamante en bruto", recalcó la edil. Ante la posible demanda de más plazas en el núcleo urbano de Grado, la concejala no descarta "estudiar" la posibilidad de abrir nuevas instalaciones en los próximos años.
