El vecino de La Fresneda Faustino Ruiz de la Peña denunció ayer que un jabalí trató de arrinconarles a él y su perro "Iker" cuando se encontraban paseando junto a la vía del tren minutos antes de la medianoche del jueves; finalmente, logró despistar al animal salvaje echando a correr por un pasillo situado entre dos bloques de viviendas.
Ruiz de la Peña y su perro iban caminando tranquilamente por el camino paralelo a las vías cuando, de repente, se vieron sorprendidos por el jabalí. "Yo llevaba unos auriculares y cuando me quise dar cuenta lo tenía a cuatro metros de mí", relata el hombre, que en un primer momento no supo cómo reaccionar, aunque luego no le quedó más remedio que buscar una escapatoria. "El perro echó a correr y el jabalí corrió a cerrarle el paso; entonces tiré de la correa y eché a correr entre los bloques de las casas para despistarle", relata.
La cosa no quedó ahí, pues, tras huir unos veinte metros, el propietario de "Iker" miró atrás y se encontró con que el animal todavía no se había ido. "Nos miró fijamente durante un rato y luego se fue en otra dirección", comenta el vecino, que trató sin éxito de fotografiarlo para dejar constancia de su encuentro con "un bicho" que, según su impresión, era de grandes dimensiones. "No soy un experto en animales, pero considero que era de un tamaño considerable, superaba los 60 centímetros de altura por lo menos", describe.
El afectado pensó en un principio que podría tratarse de un ataque, pero considera que eso debería evaluarlo un experto. "En verdad yo no sé a qué se debió su reacción, pero si es cierto que tanto yo como mi perro nos sentimos amenazados", sostiene Ruiz de la Peña, que en sus 14 años viviendo en La Fresneda nunca se había visto en una tesitura similar. "En los últimos meses, mi hijo y otros conocidos han tenido que dar la vuelta a medio camino al encontrarse con estos animales, y esto nunca nos había pasado", señala.
Una situación para la que exige una solución urgente. "No se puede esperar a que pase algo para acabar con el problema", apunta, para luego sugerir actuaciones concretas, como batidas. "Tengo constancia de que hace tres años hicieron una por la zona y dio buenos resultados", sostiene el vecino que, por otra parte, considera paradójico que se aprueben restricciones para los animales modestos y no se tomen medidas con los salvajes. "¿Cómo es posible que se prohíba llevar los perros sueltos por seguridad y luego tengamos jabalíes campando a sus anchas por nuestras zonas verdes?", se pregunta este padre de tres hijos, que recuerda que son habituales las visitas de los jabalíes a zonas de la urbanización con parques infantiles.
