Un alumno de primero de Bachillerato de un centro educativo sierense fue detenido el pasado domingo en la ciudad italiana de Florencia después de que un gendarme le viese realizar una pintada en un banco de la emblemática plaza de la Señoría, situada en pleno casco histórico. El menor, al que se le asignó un abogado de oficio, fue puesto en libertad después de ser sometido a casi dos horas y media de interrogatorio, y se le comunicó el inicio de un procedimiento penal por un delito contra el patrimonio cultural que previsiblemente le llevará a ser juzgado por los hechos, según fuentes cercanas.
El acusado participaba en un viaje de estudios junto a más de medio centenar de estudiantes y tres profesores, que partieron en dirección a Italia el pasado viernes. En la jornada dominical, los componentes de la expedición realizaron una visita cultural a Florencia y los hechos tuvieron lugar cuando todos disfrutaban de un descanso entre las diferentes actividades programadas para el día.
Según señalan algunos testigos, la pintada incluía la leyenda "Ultra Gijón", aunque en principio el significado del mensaje no tendría ningún agravante para una acusación que se limitaría a los daños ocasionados a un mobiliario incluido dentro de una zona de especial protección patrimonial.
El suceso sobrecogió tanto a alumnos como profesores, que vieron cómo alteraba el desarrollo de un viaje que hasta ese momento había sido totalmente normal. No obstante, el desarrollo de los hechos llevó al centro a decidir, previa comunicación a los progenitores, que el estudiante fuese expulsado de la expedición y retornase a Asturias. Si bien la vuelta del grupo estaba prevista para este domingo o el lunes, el alumno volverá hoy mismo a la región, tras coger un vuelo que lo llevará hasta Santander.
El centro no se ha querido hacer ningún comentario al respecto de la situación, pero círculos próximos al menor señalan que se trata de un buen estudiante que contaba con recientes antecedentes de pintadas de temática ultra en el propio centro educativo.
No obstante, tanto entre sus allegados como en el seno de la comunidad educativa lamentan unos hechos que achacan a un error de un joven que posiblemente no era consciente de las consecuencias legales que puede tener en un país como Italia la realización de pintadas en un lugar con un especial nivel de protección cultural.
De todos modos, hay quien piensa que este episodio, aunque desagradable, puede suponer una llamada de atención tanto para el resto de compañeros como para otros grupos que participen en expediciones a otros países, para que respeten unas normas que, en muchos casos, pueden ser desconocidas, pero que de todas maneras, deben ser tenidas en cuenta antes de realizar determinados actos.
Por su parte, tanto los estudiantes como los profesores desplazados a Italia ya habrían transmitido tranquilidad al resto de los padres para que consideraran el incidente con las autoridades italianas como un hecho aislado que no impedirá concluir el resto de visitas culturales previstas con total normalidad.
