Julio Carretero acaba de ser elegido por sexta vez secretario general de la Unión Comarcal Siero-Piloña de UGT. Afiliado al sindicato desde 1984, está al frente de la unión desde 1998.

-¿Ha cambiado el sindicalismo desde que usted empezó?

-Sí. Cambió la sociedad y cambió la manera de hacer sindicalismo, la militancia y muchas cosas. Ahora tenemos un sindicato más moderno. Antes era más de militancia y de entrega porque los tiempos así te lo pedían. En su día teníamos menos recursos técnicos, pero sí teníamos mucha militancia activa. La gente era más reivindicativa.

-¿Estamos hoy más acomodados?

-No. El nuevo afiliado del sindicato llega con menos carga ideológica y con más exigencia. Suele ser una persona que viene al sindicato buscando otras cosas: prestación de servicios, asesoramiento, apoyo en la empresa.

-¿Y a qué altura cree que está el prestigio de los sindicatos?

-El prestigio de la mayoría de la gente del sindicato está intacto. Sí es verdad que puede haber una minoría que abusó en algunos casos de su responsabilidad y está dando mala imagen. Pero la inmensa mayoría de la gente es gente sana.

-¿Ha cambiado el mercado laboral con la crisis?

-En los dos últimos años notamos un incremento de la contratación y una bajada del desempleo. Pero vemos que son empleos excesivamente precarios, temporales o parciales. Se contrata, pero son contratos que no humanizan a la persona. Es necesario que se cree empleo de calidad.

-¿Tiene Siero tirón como generador de riqueza?

-No estamos generando la que se preveía hace 25 años. Es más, entre 2005 y 2015 Siero perdió un 71 por ciento de empleo industrial. Y la industria sustenta la economía, porque, a su vez, canaliza los servicios y otros sectores. Si perdemos esos niveles de empleo industrial, parece lógico que la economía no sea la deseada.

-¿Es un sector difícil de recuperar?

-Sí, porque la situación económica no permite atraer inversiones ni proyecrtos empresariales.

-Pero Siero siempre tuvo mucho suelo industrial.

-El problema es que tenemos mucho suelo industrial, pero su puesta en marcha se ha demorado excesivamente y nos ha llegado con un mal estado de la economía. El mejor ejemplo es el polígono de Bobes. Lo planificas y cuando quieres desarrollar la comercialización pasa demasiado tiempo y te afecta un ciclo negativo de la economía. Creemos que Bobes, si bien no albergaría nuevos proyectos empresariales, si ayudaría a desplazarse a empresas que están en zonas industriales más precarias y contribuiría a modernizar sus instalaciones. Sumaríamos a los pocos proyectos nuevos la modernización de los existentes.

-También reivindica mejoras en infraestructuras.

-Sí, sobre todo la mejora urgente de la carretera N-634 entre Lieres, Nava y Piloña, que daría cobertura a los suelos industriales de esas zonas. Y también reivindicamos las inversiones para mejorar el servicio de FEVE.