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Unas monjas que encandilan

El arzobispo de Oviedo renuncia a compromisos para oficiar la primera misa en Valdediós tras la llegada de las Samaritanas, que entusiasmaron con sus voces

Bromeaba el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, el día de su presentación con que las monjas Carmelitas Samaritanas, que se han instalado en Valdediós, están bien de perfil, pero mejor de canto. Y no falló. Ayer lo demostraron con sus canciones en la primera misa dominical, que no se quiso perder ni el propio mitrado, que se encargó de oficiarla. Lo hizo pese a que ello le supuso tener que renunciar a otros compromisos; sin ir más lejos, en Covadonga se encontraba el cardenal Tarsicio Bertone, por lo que, en cuanto finalizó el acto religioso, tuvo que ausentarse.

Pero Sanz quiso acompañar a las hermanas y manifestarles su apoyo. Además, se mostró encantado con la buena acogida que han tenido las Samaritanas en Valdediós, ya que han devuelto la vida y llenan de alegría el monasterio, cerrado desde 2012, cuando se fue la comunidad de San Juan.

Feligreses como el conde de Revillagigedo, Álvaro María de Armada y Barcáiztegui, y Ricardo Viejo agradecieron al Arzobispo sus esfuerzos por encontrar una orden para Valdediós. "Son un verdadero regalo", apuntó Jesús Sanz, para quien "es una alegría tener abiertas las puertas no sólo para ver los monumentos".

Algo tienen estas hermanas que encandila. Su alegría, cercanía, vitalidad, amabilidad... Son algunas de las cualidades que las convierten en unas monjas muy cercanas, a pesar de su clausura. El madrileño Jaime Montesino visitó con su familia Valdediós hace unos días y conocieron a las Samaritanas. Los invitaron a acompañarlas en la misa del domingo y aquí estaban ayer. No quisieron perdérsela. "Son muy cariñosas y muy alegres", indicó.

Para la ovetense María del Puerto Pérez, la misa también fue "una maravilla. Es una paz y un relax...", por lo que tiene claro que repetirá. Escuchar los rezos cantados de las religiosas ya merece la pena, pues envuelven en una espiritualidad profunda. Han grabado varios discos. Manuela García y Arsenio Díaz, de Oviedo, estaban encantados. "Cantan como los ángeles y da gusto ver gente nueva", comentaron. "Vengo a apoyar con mi presencia al monasterio de Valdediós", destacó el Conde de Revillagigedo, que propone crear una asociación de apoyo para que el cenobio no vuelva a quedar vacío.

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