La familia siria Mohamad tiene raíces en Candás. Aunque postizos, los lazos estrechados por los Orviz con el doctor Ali Ismail Mohamad y sus parientes son, sin lugar a dudas, fortísimos. Prueba de ello es que, además de seguir luchando por traer a España al reputado cardiólogo de Tartús y haberse desplazado a la República Checa el pasado abril para visitar al hijo del médico, los Orviz han traído a la capital carreñense a Maen Mohamad, Nuha Zayoud y Zenab Mohamad, hermano, cuñada y sobrina de Ali Ismail Mohamad respectivamente. Desde su llegada a Asturias el pasado miércoles, ambas familias disfrutan de "unas vacaciones a la española" que se prolongarán hasta el domingo, en los que esperan alejarse del conflicto que vive su país de origen.

"Mi hermano ya me había hablado de que tenía un buen amigo en España, pero nunca imaginé que podría llegar a hacer el esfuerzo que está realizando por él", asegura Maen Mohamed, quien ayer se deshacía en elogios hacia Abraham Orviz y su hija, Esther.

Oftalmólogo de profesión, Maen Mohamad abandonó su Siria natal hace siete años. "Estudié la carrera de medicina en la antigua Checoslovaquia y, tras finalizar mis estudios, volví a Siria para trabajar. Hace siete años me mudé a la República Checa en busca de una mayor calidad de vida. Me gustaría volver a mi país algún día pero, dadas las circunstancias actuales, es imposible", relató el médico, con el reflejo del dolor en sus ojos.

Maen no es el único de la saga Mohamed que se encuentra en la ciudad checa de Most. Junto a él está su mujer, Nuha Zayoud, que también es oftalmóloga aunque no ejerce en el país centroeuropeo; su hija Zenab, que actualmente tiene siete años, y su sobrino, de 18 años. "Trata de vivir el día a día para alejarse de los problemas que está viviendo su familia en Siria", explica Mohamad de su sobrino.

Sobre la situación de su hermano, Mohamad confirma que, si bien en su lugar de residencia, Tartús, la intensidad del conflicto bélico no se vive con la misma dureza que en otras partes del país, la coyuntura no deja de ser mala. "Hablamos con regularidad y nos cuenta que la situación es muy dura, sobre todo económicamente hablando", afirmó Mohamad. "Hace poco hubo un atentado en su ciudad de residencia. Intentamos contactar con él y no había manera. Lo pasamos muy mal, porque temimos que le hubiese pasado algo y no contestaba a los mensajes. Pasadas unas horas nos devolvió la comunicación y nos explicó que las urgencias estaban desbordadas. Había tenido que dormir tres días en el hospital para poder atender a todos los pacientes", cuenta con preocupación Esther Orviz.

La familia Orviz sigue realizando gestiones para traer de vuelta a España a Ali Ismail Mohamad, y cada día son mayores las esperanzas de poder ver a su amigo en Candás. "Tenemos mucho que agradecerle a la alcaldesa, Amelia Fernández, porque es la única persona que nos ha ayudado. Ya hemos conseguido los diplomas originales de Ali, y ahora sólo falta que el Ministerio de Educación dé luz verde a la convalidación. Por otra parte, también estamos enviando su currículum a todos los centros sanitarios privados que podemos. Esperamos que alguien le dé una oportunidad, porque es un cardiólogo reputado y con gran experiencia", sentencia Abraham Orviz.