Si algo distingue al Memorial "El Abuelo" de otros de los muchos torneos individuales que se reparten por la geografía asturiana es su capacidad de revivir el espíritu del protagonista que le da nombre. Prueba de ello es la entrega de premios que sucedió a la final del jueves, en la que cuatro de los hijos del propio Lisardo García Villa y un hijo político recibieron un obsequio conmemorativo de tan emblemática cita.
Dicho obsequio incluye la foto del que fuera uno de los mejores jugadores de Asturias de la primera mitad del siglo XX, así como unos versos del presidente de la organizadora peña El Biche, Tino Vigil, que cada año resalta distintas cualidades del legendario jugador con originales y rebuscados pareados.
Un momento que no deja de emocionar a los heredero de Lisardo, que a pesar de los achaques de la edad no pierden la oportunidad de acercarse hasta el castro y disfrutar de los mejores jugadores del momento, a los cuales no dudan en aplaudir brillantes jugadas que les recuerdan a las que hacía su padre para impresionar hasta al mismísimo Raimundo Sánchez "Cajetilla", considerado mejor jugador de todos los tiempos y responsable del apodo de "El Abuelo".
La entrega de los obsequios a los familiares, que fue efectuada por distintos miembros del Ayuntamiento de Siero como patrocinador de esta cita deportiva que se celebra de manera paralela a las fiestas del Carmín, sucedió a la entrega de los premios a los cuatro mejores jugadores clasificados del torneo. Además de los dos finalistas, que recibieron 600 y 400 euros en metálico, respectivamente, y trofeos, también fueron recompensados Sergio Hevia (Magdalena) y Yayo Álvarez (Lugones) con premios de 200 y 100 euros como tercer y cuarto clasificado.
Todo ello en un marco excepcional como suele ser la bolera del parque Alfonso X "El Sabio", que volvió a demostrarse que es el castro que suele congregar a un mayor número de público y prueba de ello fue la elevada afluencia de aficionados y curiosos que disfrutaron de las cuatreadas de Ibaseta y Pruneda durante la alrededor de hora y media que duró la partida.
Un balance más que positivo que anima tanto a organizadores como a jugadores y familiares del homenajeado a apostar por la continuidad de una cita bolística que se ha ganado tras más de una década de trayectoria el derecho a ser considerada como una de las pruebas más prestigiosas del deporte autóctono durante la temporada estival.
