César Movilla, quien fuera alcalde de Noreña durante diez años y que actualmente era portavoz del PSOE en el Pleno municipal, presentó en la mañana de ayer la renuncia a su acta de concejal en el Consistorio, poniendo así punto final a 21 años ininterrumpidos como miembro de la corporación del municipio más pequeño de Asturias.

El ex primer edil aduce motivos laborales para poner fin a su trayectoria en un mandato marcado por la pérdida de la Alcaldía, el pasado año, en favor de IPÑ. "Tras las elecciones recuperé varias actividades que tenía aparcadas y que no me permiten desarrollar mi labor de portavoz y defender los intereses de los vecinos como es debido", sostiene Movilla, que reconoce llevar tiempo meditando la decisión. "Creo que con más de medio mandato por delante es el momento de dar pasos y, en mi caso, lo hago para atrás, para que el partido se prepare para volver a gobernar", explica el hasta ayer portavoz socialista, que asume su decisión sin dramatismos. "Hay que ser honrado y decir 'hasta aquí hemos llegado'", apunta, a la vez que se declara orgulloso por haber contribuido a "innumerables mejoras" durante las dos décadas que desempeñó labores de gobierno, tanto como concejal como en el puesto de alcalde.

El puesto dejado por el que fuera regidor entre 2005 y 2015 será ocupado ahora por Verónica Noval, secretaria general de la agrupación socialista de Noreña y concejala hasta el año pasado. Una sustitución que será posible gracias a la renuncia de dos componentes de la lista electoral con la que los socialistas concurrieron a los últimos comicios locales y en la que la secretaria general ocupó la sexta posición. Los sacrificados serán Alicia Muñiz y Mario Álvarez, que ocuparon el cuarto y quinto puesto de dicha lista, respectivamente, que, según fuentes del partido, también justicaron su renuncia por motivos laborales y personales.

Esta renuncia deja a los socialistas con un edil menos de cara al último pleno antes del verano, que se celebrará el jueves.

Lla tramitación para que Noval ocupe el puesto de Movilla podría alargarse y posponer la incorporación de la nueva concejala a la sesión plenaria de septiembre u octubre.

Si bien Movilla limita la justificación de su decisión a términos laborales, algunas fuentes apuntan a que la división interna del grupo municipal, unida a las críticas de algunos compañeros sobre su manera de hacer oposición, podrían haber sido determinantes para un abandono que hay quien cree que se veía venir tarde o temprano tras los malos resultados de los últimos comicios, en los que los socialistas perdieron un concejal y pasaron a ser la segunda fuerza.

Muestra de la división interna del grupo municipal fue el reciente debate en un pleno de una moción sobre laicidad presentada por IU, en la que Movilla se mostró muy crítico con parte de su contenido, si bien finalmente votó a favor, respetando escrupulosamente la disciplina de partido en una clara muestra de lealtad ante las palpables diferencias al respecto entre los concejales socialistas.

Con esta renuncia se abre una nueva etapa en la que la primera decisión que deberán tomar en las filas del PSOE es el nombramiento de un nuevo portavoz. Ateniéndose a la lista, ese puesto correspondería a la número dos, Leticia Alonso, si bien hasta ahora era Unai Díaz, número tres, el que sustituía a Movilla como portavoz en las sesiones en las que se ausentaba. No obstante, todo apunta a que será la propia Noval, como secretaria general de la agrupación socialista local, la que asuma esa responsabilidad, opción que unificaría la voz del partido y del grupo municipal, aunque cabe recordar que este año se celebrarán los congresos locales del PSOE y, por tanto, podría haber cambios orgánicos que afecten al día a día del grupo municipal.