La renuncia de César Movilla deja al PSOE de Noreña sin la persona que le había dado el gobierno de la Villa Condal por primera vez desde la restauración de la democracia. Sus orígenes políticos, no obstante, están ligados a la figura del independiente Aurelio Quirós, que fue alcalde de Noreña, de manera ininterrumpida, entre 1980 y 2005. Natural de Zamora, César Movilla emigró con su familia a Asturias, en concreto a Oviedo, en 1976. Diplomado en Enfermería, Movilla se integró en la plantilla del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde hoy sigue trabajando como ergónomo.

Instalado en Noreña desde 1986, la llamada de la política le llegó a César Movilla en 1995, cuando entró en las listas de Centristas Asturianos, la marca electoral con la que Quirós concurrió a aquellas elecciones. La formación obtuvo mayoría absoluta en las urnas, y Movilla pasó a ocupar la concejalía de Cultura, un cargo que desempeñaría los siguientes diez años, siempre bajo la el mandato de Aurelio Quirós. En las siguientes elecciones, Movilla repetiría en las listas comandadas por Quirós, integrado en 1999 en las URAS de Sergio Marqués. Para las elecciones de 2003, en cambio, Quirós fundó la Unión Noreñense Independiente (UNI), con la que volvió a ganar los comicios locales, pero no pudo reeditar su mayoría absoluta.

La trayectoria política de César Movilla varió radicalmente su rumbo en febrero de 2005. En aquel mes, justo cuando cumplía sus 25 años como alcalde de Noreña, Aurelio Quirós anunció su retirada de la política. En esos momentos, la UNI gobernaba Noreña a través de un pacto con el PP que encabezaba Miguel Ángel Fuente. Pero con la dimisión de Quirós, la formación se dividió entre quienes apoyaban mantener el pacto con los populares, dando un papel preeminente a Fuente en el gobierno, y los que optaban por un cambio de rumbo para negociar con el PSOE.

Esta segunda facción, liderada por Movilla, era más numerosa (contaba con tres ediles de los cuatro de UNI) y el que fuera concejal de Cultura se hizo con el bastón de mando del consistorio noreñense, con el apoyo de los socialistas. Entre sus primeras medidas, la más controvertida fue su liberación, principalmente por el hecho de que Quirós había renunciado a cobrar sueldo del Ayuntamiento.

En aquellos primeros años, la gestión de Movilla destacó por su impulso a la promoción de Noreña, que por vez primera participó en ferias de calado nacional e internacional como Fitur.

De cara a las elecciones de 2007, César Movilla pasó a encabezar la lista del PSOE, en una decisión controvertida que había impulsado la ejecutiva liderada en la época por Francisco Fernández. La medida, no obstante, se reveló acertada cuando Movilla llevó al PSOE a lograr los mejores resultados electorales en más de dos décadas, superando los mil votos y obteniendo cinco de los trece ediles de la corporación.

Aunque la lista del PP, con Miguel Ángel Fuente a la cabeza, fue la más votada en aquellos comicios, los socialistas se quedaron a apenas un puñado de votos y lograron posteriormente la Alcaldía tras sellar un pacto de gobierno con IU. El inicio del mandato, no obstante, fue convulso por la problemática que rodeó a una obra que había centrado buena parte de la campaña electoral: el campo de hierba artificial.

El equipamiento, una demanda del Condal, contaba con sendas ayudas del Gobierno autonómico y de la Real Federación Asturiana de Fútbol, y su tramitación parecía encarrilada. Pero una controvertida adjudicación y los continuos retrasos y sobrecostes que experimentaba la obra acabaron frustrando la inversión y provocaron, además de la dimisión de la directiva del Condal, una primera crisis entre el PSOE y sus socios de gobierno.

La ruptura entre IU y el PCA provocó, meses después, la salida de los comunistas del gobierno local. Pero el PSOE mantuvo la estabilidad tras formar un tripartito con la integración de URAS-PAS.

El final del mandato, no obstante, volvería a ser convulso después de que la división en el gobierno local propiciase la no aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, paralizado hasta este mismo año.

Para las elecciones de 2011, Movilla volvió a encabezar la lista del PSOE. Aunque perdió 400 votos y un edil con respecto a cuatro años antes, el PSOE se situó como fuerza más votada en un Pleno muy atomizado, con siete fuerzas repartiéndose los trece asientos. En ese escenario, Movilla no logró sellar las alianzas suficientes y, pese a lograr la Alcaldía, encontró muchas dificultades para ejercer la acción de gobierno.

Su primer revés se produjo nada más hacerse con el bastón de mando, cuando la oposición rechazó en bloque su propuesta de liberaciones para él y su grupo, después de que los socialistas descartasen hasta cuatro propuestas retributivas presentadas por la oposición. Movilla se reincorporó a su puesto en el HUCA, aunque la controversia sobre el sueldo del alcalde sería una constante en un mandato marcado por el enfrentamiento político entre el gobierno y una abrumadora oposición.

Movilla repitió como candidato en las elecciones de 2015, pero en esta ocasión no pudo reeditar anteriores triunfos y perdió la Alcaldía en favor de Amparo Antuña, de Independientes por Noreña (IPÑ). Una formación que, pese a su posición de minoría, ha logrado cierta estabilidad en el gobierno, dejando al PSOE en la oposición. Ahora, a los socialistas les toca, además, recomponerse, tras perder al que ha sido su gran referente durante la última década.