Una furgoneta de reparto de pescado se llevó ayer por delante la terraza de una vinatería de la calle Ramón y Cajal de la Pola, después de que el conductor se durmiera y se saliese de la calzada sin llegar por suerte a arrollar a ninguna de las personas que se encontraba entonces en el establecimiento.

Los hechos tuvieron lugar poco después de las ocho de la mañana y, si bien no hubo que lamentar daños personales de consideración, sí hubo una persona que se libró por los pelos de ser atropellada. "Había un cliente que tuvo los reflejos suficientes para entrar antes de que lo arrollara", comentó el titular del establecimiento, que también aseguró que el afectado se llevó un pequeño golpe en la pierna de una de las sillas arrastradas por el vehículo.

Asimismo, el impacto generó importante daños materiales, pues el mobiliario de la madera de la terraza quedó reducido a astillas y un tonel decorativo del negocio fue desplazado por la furgoneta unos 20 metros.

Una situación que, si bien puede ser excepcional, algunos achacan a las deficientes medidas de seguridad vial que existen en la zona. "Es de las pocas calles que no tiene pasos elevados a pesar de que mucho tráfico se desvía por aquí para evitar los semáforos de la calle principal de la Pola", señalan.

Por otro lado, los vecinos y peatones de la avenida de Oviedo de Lugones vivieron en la tarde del martes otro susto, después de que un árbol de grandes dimensiones situado junto a las plazas de aparcamiento de la zona azul se viniera abajo, cayendo justo a la puerta de la peluquería Teverga de la localidad sin que hubiera que lamentar daño personal alguno.

El propio titular del negocio explicó como el ruido del desplome les pilló por sorpresa, pero también reconoce que era algo que cabía esperar. "Estos árboles reciben muchos golpes de los coches que tratan de aparcar, así que era cuestión de tiempo que se terminase cayendo alguno", explica el peluquero Fernando García, que ve necesario revisar la situación de estos árboles para evitar posibles daños futuros y lamenta que la retirada del árbol haya dejado la calle llena de restos de madera.