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La demanda del albergue de peregrinos de la Pola creció un 10% el último año

"Buscamos un lugar tranquilo", dicen los viajeros, que, atraídos por la promoción, huyen del masificado Camino Francés

Por la izquierda, los peregrinos Javier Izkoa, José Luis Bahamonde y los hermanos José María, Manu y Jesús Méndez, ayer, en la Pola. L. BLANCO

El número de peregrinos que utilizaron el albergue de la Pola para pernoctar ha aumentado en un 10% respecto al año pasado, según fuentes de la Asociación del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego. Un repunte que peregrinos y colectivos coinciden en achacar a varios factores como la mayor proyección internacional de las diferentes rutas y el creciente interés por descubrir nuevos trazados.

Uno de los aspectos que podría ser más decisivo en cuanto al crecimiento del principal enlace entre la ruta de la costa desde Villaviciosa y el Camino Primitivo que comienza en Oviedo es la búsqueda de unas alternativas que estén menos masificadas que el Caminó Francés. "Este año decidimos hacer algo distinto y más tranquilo", señala Manu Méndez, un peregrino que ayer llegó a la Pola en bicicleta procedente de la localidad vizcaína de Galdácano junto a sus hermanos José María y Jesús y sus amigos Javier Izkoa y José Luis Bahamonde.

Estos peregrinos vascos hallaron ayer en la Pola un lugar idóneo para coger fuerzas de cara a un itinerario que les llevará a llegar el domingo a Santiago. "Buscamos un lugar tranquilo en el que se pueda comer bien y disfrutar sin agobios", coincidieron en señalar unos hombres que en años anteriores realizaron recorridos similares con el propio Camino Francés como referencia.

Sin embargo, son muchos los factores que hacen que cada vez sean más las personas que elijan la Pola y otros destinos asturianos como paso para ir hasta Santiago. "Las bondades de los caminos del norte van pasando de boca en boca entre la gente y la declaración del mismo como Patrimonio Mundial por la Unesco el año pasado han ayudado mucho a darlos a conocer", explica el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego, Manuel Jesús Samartino.

Cabe destacar que de los 945 peregrinos que pasaron por el albergue poleso desde el 1 de enero hasta el pasado 7 de agosto, sólo 192 fueron españoles. Una cifra inferior a la de los visitantes franceses, los más comunes, que hasta dicha fecha fueron nada menos que 209, seguidos por alemanes y estadounidenses con 93 y 79 visitantes respectivamente en lo que va de año, sobre un total de 41 nacionalidades diferentes que se dieron cita en el equipamiento inaugurado en 2010.

El aumento de peregrinaciones no es sin embargo algo particular de la Pola, pues en otras localidades como Noreña también están notando una mayor afluencia que en años anteriores. Concretamente, la oficina de información turística de la Villa Condal atendió sólo en julio a 73 visitantes extranjeros, en su gran mayoría peregrinos, frente a los 95 nacionales.

Una situación que la concejal Ana González achaca a la gran capacidad hotelera del concejo. "Estamos apreciando que mucha gente viene porque no hay suficiente alojamiento en Siero y nos sirve para descubrirles nuestros atractivos", señala la edil, que también aprecia un aumento en las visitas guiadas realizadas a la Torre del Reloj y el casco urbano de la villa. Datos que justifican más que nunca los esfuerzos por parte del Consistorio de oficializar los enlaces del municipio para convertirse en una referencia para los crecientes peregrinos.

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