El humor, la historia y la reivindicación tomaron a partes iguales las calles de Candás en la tarde de ayer. La compañía teatral "La Tejedora de Sueños" protagonizó en varios puntos emblemáticos de la villa una representación de varias escenas sobre la vida del ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos, en las que utilizaron sus vínculos con la villa y las mujeres de su entorno para hilar la trama.

La puesta en escena tuvo lugar en la plaza Hermanos Helio. Allí, el reparto protagonizó unos disparatados minutos en los que los actores se peleaban por escoger los papeles de una obra en la que además de Jovellanos participaban personajes como su hermana Josefa, su madre, la Condesa de Montijo y Carlos González de Posada.

Tras la introducción, en la que no faltó una parte musical que arrancó la ovación del público, los protagonistas fueron desfilando por diferentes puntos en los que se recrearon diversas escenas en las que no sólo se abordó la vida del propio Jovellanos, sino que se hizo un retrato de la vida de Candás desde la época del ilustrado hasta la actualidad.

Estelar fue la intervención de las conserveras, que entraron en acción en la plazuela de "El Paseín" para dar una buena muestra de las labores artesanales de un sector que alcanzó su máximo esplendor en Candás entre los años 40 y 60 del siglo pasado, cuando llegó a haber una decena de fábricas.

Reivindicación femenina

Sin embargo, el trasfondo de la representación tenía carácter reivindicativo. El título de la misma, "Jovellanos y ellas", ya suponía una declaración de intenciones de la compañía, que pretendía destacar la importancia de las mujeres del entorno de Jovellanos para el crecimiento de su figura. "Como suele pasar, las mujeres eran las más olvidadas, sobre todo en la Ilustración", declara Nacho Ortega, miembro de la compañía, sobre una obra en la que, entre otras cosas, se recuerda cómo Jovellanos fue consciente del talento de su hermana Josefa y trató de que esta lo desarrollara en una época difícil para las mujeres.

El evento concitó mucho interés por parte de vecinos y visitantes, que generaron grandes corrillos en torno a los actores en cada una de sus representaciones y no escatimaron ni mucho menos en aplausos. "La verdad es que me parece un pasada", señaló la ovetense María Iglesias tras seguir con atención la primera escena.