La intención del grupo empresarial Panero, propietario del Matadero Central de Asturias, de retomar en los próximos meses la actividad del macelo, centrada en el ganado vacuno, ha sido muy bien recibida por el consejo regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) "Ternera Asturiana". Una entidad que confía en que la fortaleza del grupo Panero en el ámbito de la logística pueda servir para potenciar la exportación de los productos cárnicos incluidos en la IGP.
"Desde el consejo regulador de la IGP vemos positivo que haya más agentes comercializando ternera, mejorando la distribución y facilitando al consumidor que pueda acceder a este producto. Pero es que además hablamos del grupo Panero, que tiene distribución en toda España, y eso puede ayudar a que nuestros productos lleguen a más sitios", explica Sergio Blasco, presidente del consejo regulador.
Según precisa Blasco, durante este año se sacrificarán para su comercialización 23.000 cabezas de ganado incluidas en la IGP, lo que supone un crecimiento de un 11% respecto a las cifras de 2015. De toda esa carne, en torno a un tercio se comercializa fuera de Asturias, un mercado que el consejo regulador busca potenciar.
"La distribución es complicada por ser un producto perecedero, fresco. Tenemos mucho mercado en Madrid, pero a otros sitios, como el Levante, nos cuesta llegar. No sé cuál es la intención del grupo Panero, pero es una empresa muy importante en el ámbito de la logística y tiene capacidad para distribuir por sí misma el producto, lo que puede ser una facilidad añadida para ellos", sostiene Blasco.
La agilidad con la que el grupo Panero podría mover la carne tras sacrificar y despiezar al animal es, de hecho, una ventaja crucial. La vida útil de una canal de vacuno puede estar en torno al mes, mientras que las piezas fileteadas o los preparados pueden durar unas dos semanas, máximo. Por ello, cada hora que se gane en el proceso es clave.
Además de la vertiente empresarial, los planes del grupo Panero para reactivar la matanza traen otro beneficio añadido: la creación de entre 25 y 30 puestos de trabajo, algunos de los cuales podrían estar destinados a antiguos trabajadores del Matadero Central. "Estamos encantados con el rumbo que le están dando los nuevos propietarios al Matadero y con que haya ese diálogo con los trabajadores", sostiene la alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña. La regidora, que califica las relaciones entre el consistorio y el grupo Panero como "excelentes", insiste además en que la reactivación del macelo es "muy importante para Noreña y la comarca, pero también para el conjunto de Asturias".
