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La aparición de varias truchas muertas en un parque alarma a los vecinos de La Fresneda

"Nos prometieron un paraíso y lo era, pero si no se cuida se convertirá en una llamarga", critican los usuarios

La perra "Lola" observa dos truchas muertas en el parque de La Fresneda. FRANCO TORRE

La aparición, en los últimos días, de varias truchas muertas en el parque del este de La Fresneda, en el tramo que transcurre paralelo al camino de los Nogales, ha alarmado a los usuarios de la zona verde. Unos vecinos que alertan de las precarias condiciones en las que se encuentra este parque y que reclaman medidas para adecentarlo.

La aparición de las truchas flotando en el arroyo Forcón, que atraviesa el parque de Norte a Sur, motivó primero la alarma por sospechar los vecinos que la muerte de los peces se debía a unos vertidos. Una sospecha que se reforzó después de que algunos animales domésticos que pasean por la zona sufriesen problemas intestinales y tras registrarse, asimismo, un caso de dermatitis en un perro de raza huskie.

Algunos usuarios dieron aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, cuyos miembros se desplazaron ayer a La Fresneda para recoger muestras. Según fuentes de la Benemérita, los efectivos del Seprona localizaron un total de ocho truchas muertas, de entre 12 y 14 centímetros de largo, aunque, por las condiciones del agua y por el estado de los peces, se descarta que haya habido vertidos.

La causa de la muerte de las truchas se cree que pudo ser la falta de oxígeno en el agua, debido a que quedaron atrapadas en una zona estancada, y a que el arroyo presenta, además, gran cantidad de vegetación y lodo. Una explicación que ya había adelantado la tarde anterior un vecino de la zona, biólogo, y que, si bien tranquiliza en parte a los usuarios, al comprobar que no hay vertidos, también les llena de indignación.

"Nos prometieron un paraíso, y lo era; pero, si no se cuida, se convertirá en una llamarga", señala una vecina de la zona y usuaria habitual del parque, que prefiere no dar su nombre. Según relata esta usuaria, el parque está atestado de garrapatas y del arroyo emanan malos olores. "Huele a podrido", añade otra usuaria, que alerta, además, de que esta zona verde, como otras de la localidad, es frecuentada por jabalíes.

La Asociación de Vecinos de La Fresneda comparte la preocupación de los usuarios y sospecha que parte del problema puede ser la evacuación de aguas fecales, que se vierten al río por dos registros en esa zona. "Cuando llueve un poco, o ahora en verano, hay problemas de olores en esa zona. Incluso se puede ver papel higiénico y otros residuos en las salidas. No sabemos si hay una depuradora", afirma el presidente de la asociación de vecinos, Óscar Llamas.

"Hay que meterle mano, estamos en una zona urbana, pero también verde, y nuestros parques no pueden estar así", añade Llamas, quien afirma que en los últimos años el colectivo vecinal ha reclamado en distintas ocasiones más atención para las zonas verdes de la localidad, con el fin de mantenerlas en buen estado.

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