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Luis Rivaya sufre un infarto cuando ensayaba para el concierto de "La Calavera"

El empresario, cuyo grupo se reunía tras 40 años, se recupera en Cabueñes

Luis Rivaya. M. M.

El conocido empresario Luis Rivaya se recupera en el hospital de Cabueñes del infarto que sufrió en la tarde del sábado cuando ensayaba con los otros excomponentes del grupo "La Calavera", que se había reunido para dar un único concierto en San Martín del Mar. Rivaya permanecía ayer ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), aunque su vida no corre peligro.

Natural de Oviedo, pero afincado en Villaviciosa y con una dilatada actividad en toda la Comarca de la Sidra, Rivaya es conocido entre los aficionados a los rallies por su labor al frente de la productora La Chalga, que en los años ochenta y noventa del pasado siglo filmaba y comercializaba espectaculares vídeos de las pruebas automovilísticas.

El buen hacer de La Chalga y la popularidad de sus vídeos llevaron a que la productora se viese perjudicada por una variedad inicial de piratería: sus vídeos, distribuidos en VHS, se copiaban para una posterior comercialización pirata, lo que acabó siendo un lastre importante para la empresa. Pese a los reveses, Rivaya, de espíritu emprendedor, persistió en el audiovisual, redirigiendo sus esfuerzos al ámbito de la televisión local. Así, en 1996, y como extensión de La Chalga, Rivaya fundó Nuestra Televisión (NTV), un canal de televisión cuyo ámbito de actuación era toda la Comarca de la Sidra.

El medio, que fue una herramienta clave de cohesión y promoción de esta unión comarcal, mantuvo su actividad hasta que, en el año 2010, la transición a la televisión digital terrestre (TDT) motivó el apagón de la cadena, que emitía en analógico y no disponía de licencia para el nuevo entorno digital.

Aunque la productora permaneció en activo, Luis Rivaya buscó nuevos retos creativos tras el apagón de NTV y en 2013 publicó su primer libro: "Desnudo integral", editado por La Cruz de Grado.

En estos últimos meses, Rivaya ha estado muy implicado en la reunión de "La Calavera", formación musical en la que tocaba en su juventud, cuando estudiaba en la Universidad Complutense de Madrid. Junto a Juan Navarro, Julio Díaz y Juan Luis Pérez-Bedmar, Rivaya completó un cuarteto que, a principios de los años setenta del pasado siglo, adquirió cierta notoriedad por su brío y su versátil repertorio.

Merced a la iniciativa del empresario maliayés, el cuarteto se había reunido para ofrecer un único concierto, complementado con un guateque, en el hotel rural Alavera, de San Martín del Mar. Sin embargo, en el último ensayo antes del inicio del recital, Rivaya sufrió el infarto y tuvo que ser trasladado al hospital gijonés de Cabueñes.

La noticia causó ayer consternación en la Comarca de la Sidra, donde Luis Rivaya es muy conocido y apreciado. Las muestras de apoyo al empresario proliferaron en las redes sociales, donde se registraron numerosos mensajes de ánimo desde todo el territorio nacional.

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