Los vecinos de Bimenes están indignados por los inconvenientes que tuvieron el lunes para ser atendidos por el médico. Aunque acuden a su consultorio de San Julián, han de pedir cita en el centro de salud de Nava, del que depende, y el lunes era fiesta en el concejo naveto, con lo que la comunicación telefónica resultó frustrante. Una gota que colmó el vaso de lo que sucede frecuentemente, ya que están cansados de que se sature la línea y sea complicado contactar para reservar hora con el médico. Uno de los pacientes, Alejandro Canteli, explica que no es la primera vez que tienen que plantarse en el concejo vecino, hartos de que el teléfono no pare de comunicar. Pero el lunes aún se complicó más.

Canteli comenta que en el centro de salud naveto, que funcionaba de urgencias al ser fiesta, le informaron de que no se preocupara por la cita y acudiera directamente a su consultorio de San Julián para que el médico le atendiera. Así lo hizo. Pero su sorpresa fue que el doctor -que no era el titular de la plaza- le espetó, a pesar de no estar atendiendo a ningún otro paciente, que si no tenía cita debería acudir con ella al día siguiente.

"Ni me preguntó qué me ocurría", lamenta Canteli. Él requería la supervisión de una medicación por una enfermedad crónica y tuvo que acabar en las urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo, al igual que otra vecina que tenía problemas oculares y a la que el médico tampoco valoró.