La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Grado, siempre devoto de El Fresno

"Todo lo que le pido me lo cumple", asegura una feligresa que acudió al inicio de la novena de Nuestra Señora, con una asistencia multitudinaria

Julio Pariente y Josefa Fernández, en la tienda de recuerdos. S. ARIAS

Dicen los devotos de Nuestra Señora del Fresno que hasta hace cincuenta años algunas mujeres iban a dar a luz al pórtico del santuario mariano para bendecir la nueva vida que alumbraban con los favores que les daba la Virgen. Los mismos que en la actualidad hacen que cientos de devotos acudan a rezar en busca de consuelo, perdón, salud y trabajo. Cada devoto tiene su petición y, aseguran, ella siempre cumple. Por eso no es de extrañar que el primer día de la novena de Nuestra Señora del Fresno, ayer, fuese multitudinario. "Es mi devoción, todo lo que le pido me lo cumple", asegura Josefa Fernández, de Doriga (Salas).

La tradición de la novena de Nuestra Señora del Fresno se remonta siglos atrás y no se conoce con exactitud la fecha en la que comenzaron a peregrinar al santuario. Lo que sí aún recuerdan en la parroquia es la llegada de los peregrinos, a los que llamaban "novenarios" porque se quedaban varios días en la Casa de las Novenas principalmente, junto al santuario, o en las casas de los vecinos de la zona. "Antes había mucha más gente y devoción, esto todo se llenaba y había que escuchar la novena desde fuera", recuerda Enrique Rodríguez.

Y es que hasta el santuario se acercan devotos de los concejos del arciprestazgo del Fresno, que comprende Somiedo, Belmonte, Salas, Grado, Yernes y Tameza, Candamo, Proaza, Teverga, Quirós y Santo Adriano. Ahora ya no suben descalzos ni de rodillas como antaño, pero llegan al alto con la fe como motor de impulso.

Ahora los devotos siguen subiendo hasta el santuario a pie, pero cada vez son más los que lo hacen en coche o en los autobuses que salen de Grado y Cornellana (Salas) a las 15.30 horas. Primero rezan el rosario y luego la novena. Al término se oficia misa. Ayer fue el párroco de Teverga, Sotero Alperi, el encargado de dirigir la homilía, en la que pidió a los devotos del Fresno misericordia: "El mundo está necesitado del perdón de Dios, necesita ser salvado de la violencia".

Tras la misa, los devotos compran velas para encender en el templo en una pequeña tienda que ponen los parroquianos, cuyos fondos se destinan íntegros al santuario. "Siempre hay novedades, pero lo que más se venden son velas, rosarios y pegatinas para el coche", comenta Julio Pariente. Una recaudación con la que visten de flores el templo en los días señalados y afrontan pequeñas reformas. En ese sentido, señala que el párroco, Reineiro García, "hace de todo por la parroquia, siempre preocupado". La novena concluirá la próxima semana con la festividad de San Miguel.

Compartir el artículo

stats