Los incondicionales del Ecce Homo de Noreña quieren recuperar sus altavoces. Un grupo de devotos del Nazareno local iniciaron esta semana una recogida de firmas con la que pretenden demostrar "el respaldo mayoritario" de la sociedad local a la tradición de utilizar una megafonía para seguir la tradicional procesión a lo largo de todo el pueblo. Una práctica que era habitual desde hace muchos años y que este año fue suprimida por decisión de la cofradía de Jesús Nazareno Ecce Homo, previo debate interno de sus dirigentes, ante las críticas de algunos vecinos.
Lo que en principio era un gesto para tratar de evitar confrontaciones contra los que se oponen a que los rezos sean retransmitidos mediante altavoces por los principales puntos de la Villa Condal, finalmente, se convirtió en una queja generalizada por parte de los feligreses que consideraron en general muy negativo el cambio realizado. "Es algo que da vidilla a la procesión y a todo el pueblo", señalaron varios de los participantes en los actos religiosos de las fiestas locales en los que la propia hermana mayor de la cofradía, Menchu Cabeza, se mostró partidaria de la utilización de altavoces.
Unas quejas de las que se hicieron eco varios voluntarios para iniciar una movilización que esperan que dé sus frutos. "El sentir general era de que había que recuperar la megafonía para el año que viene y lo que pretendemos es reunir el mayor número de apoyos", explica una de las promotoras que prefiere no desvelar su identidad para no desvirtuar la causa. "No queremos ni entrar en debates ni personalismos ni mucho menos criticar porque sí, sino que se trata de hacer patente el clamor de la gente para que se rectifique", explica.
De momento, ya pueden encontrarse varias hojas para plasmar firmas en diversos establecimientos y comercios locales de distintos sectores en las que ayer ya se podía ver las primeras muestras de apoyo a una propuesta que incluye la utilización de la megafonía tanto para la bajada como para la subida del Ecce Homo a la capilla de La Soledad. "Hubo mucha gente que echó en falta la megafonía para ese día", explica una Carmen Jaquete que ayer aprovechó para firmar una iniciativa que ve positiva y considera que no tiene por qué molestar a los vecinos.
