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Las reivindicaciones de los pequeños núcleos de población del concejo

La zona rural de Siero exige que se frene el creciente abandono de los caminos

Los residentes consideran insuficientes las limpiezas actuales y sugieren el aumento de personal y la colaboración vecinal como soluciones

La alcaldesa de Arenas de San Juan, María del Carmen García Arias, en una calzada de su parroquia invadida por la maleza. MANUEL NOVAL MORO

La zona rural de Siero se siente, en su mayoría, desatendida y, aunque tiene muchos frentes abiertos y muchas reivindicaciones sobre la mesa, la más urgente y la más unánime parece ser la de la limpieza y desbroce de caminos. Todos los pueblos sin excepción tienen alguna zona descuidada. Y los alcaldes de barrio, por más que comprendan que el municipio tiene una zona rural muy amplia y difícil de atender, piden al equipo de gobierno "un mayor esfuerzo" para tener el medio rural más limpio.

El alcalde de barrio de Santa Marta de Carbayín, Nel Anxel Palacio, explica que en su parroquia hay cunetas que casi se juntan unas con otras, "y eso que pasaron alguna vez, pero solo quitaron lo de las carreteras más importantes, te metes para los pueblos y está todo sin limpiar". La solución, a veces, pasa por el trabajo de los propios vecinos, como, por ejemplo, en Lamuño, donde los vecinos hicieron recientemente una sextaferia para limpiar el pueblo. "Pero en la mayoría de los sitios de la parroquia está en muy mal estado", dice. El alcalde de barrio indica que, aunque se vea el tractor municipal algunas veces, "no se ve que despachen las cosas en condiciones".

Una cuestión que se debate en el seno de las parroquias rurales es si los propietarios tienen la obligación de limpiar sus fincas o si ha de ser siempre el Ayuntamiento de Siero el que lo haga. Los alcaldes de barrio no se ponen de acuerdo en este extremo. Nel Ánxel Palacio comenta que esta cuestión se ha tratado recientemente y se ha abierto la posibilidad de aprobar una normativa que ayude a obligar a los propietarios a limpiar sus fincas.

Según explica Palacio, hace varios años se aprobó un impuesto municipal para limpiar las carreteras y caminos, "y la gente entonces decía que no podían obligarla a limpiar su finca cuando antes le cobraron un impuesto".

El alcalde de barrio de Vega de Poja, Eduardo Rodríguez Moro, dice que en su parroquia ha pasado recientemente la máquina municipal, que va una vez al año. A su juicio, "el problema que tiene el Ayuntamiento ahora mismo es más un problema de personal que de otra cosa".

Con respecto a la obligación de que cada uno limpie el exterior de su finca, cree que "hay un agravio comparativo frente a quienes tienen las fincas colindantes con carreteras comarcales o nacionales, que disponen de ese servicio gratuito; en cambio, la gente de los pueblos no lo tiene". Además, sostiene que "hay un envejecimiento de la población, y unas circunstancias que hacen difícil que la gente se haga cargo de las fincas".

En este sentido, la alcaldesa de barrio de El Cuto (Arenas de San Juan), María del Carmen García Arias, manifiesta que "hay muchas fincas de las que ni siquiera se sabe quiénes son los dueños, y otras de gente muy mayor que no puede cuidarlas", y lo lógico, opina, es que lo haga el municipio. La alcaldesa considera que "la zona rural está muy abandonada", y que "en sitios como La Fresneda, por un jabalí que aparece, lo limpian dos veces, y a nuestra parroquia no vinieron todavía este año". Esa falta de limpieza se nota "y se va a seguir notando porque va a más", agrega.

Por su parte, la alcaldesa de barrio de Traspando, Ángeles Vázquez, entiende que la limpieza es insuficiente, pero subraya otro problema: "Cuando las máquinas vienen a limpiar, queda la broza y la porquería en las cunetas, se acumula, las obstruye, cuando llueve se forma barro y va para la carretera". Vázquez es partidaria "de que el Ayuntamiento obligue a los vecinos a que limpien sus propias fincas, como se hizo toda la vida; ellos vienen una vez al año, somos muchos y no da para todos".

No se libran tampoco del avance de la maleza en Anes, donde su alcaldesa de barrio, Pilar Santianes, insta a tomar alguna medida. "Algo habrá que hacer cuando la maleza se empieza a comer la carretera", explica la alcaldesa, que cree que se deberían destinar más recursos a los desbroces o instar a los responsables de los terrenos a atenderlos mejor. "Somos conscientes de que el concejo es grande y hay muchas demandas, pero hay cosas que son mínimas de atender", explica Santianes mientras señala cómo el paso de caminos como el de Espiniella se encuentra invadido por malas hierbas. "Hay que venir con coches pequeños porque, si no, te expones a llevarte rayonazos", comenta. Añade que las limpiezas municipales son insuficientes para mantener los pueblos en las condiciones adecuadas.

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