Los jabalíes están generando daños en las plantaciones de kiwi de la vega del Nalón a la altura de Pravia. Unos destrozos que suponen la merma de la producción por la caída de frutos al suelo y porque las plantas no resisten la rotura de la raíces que provocan los animales cuando escarban en la tierra en busca de alimento. Además, la asociación asturiana de profesionales del kiwi (AAPK) lamenta que el Principado de Asturias no estime los daños por fauna salvaje: "En la superficie y en el tronco no ven daños como en otras plantaciones como puede ser el maíz, sin embargo aquí están bajo tierra", explica Ignacio Cavanilles, ingeniero agrónomo del colectivo.
Según detalla, los jabalíes remueven el terreno en busca de alimentos y al encontrarse las raíces de la planta en un nivel superficial se dañan por completo. Esto supone un descenso productivo porque no puede absorber los nutrientes y agua necesaria para completar su ciclo vegetativo. Un problema que se agrava ahora, cuando los kiwis están a punto de madurar y los cultivos se preparan para la recolección, que comenzará el próximo mes de noviembre.
Los jabalíes también provocan pérdidas de fruta al pasar bajo las plantas y, también, daños en la infraestructura, ya que rompen los sistemas de regadío que surten de agua a los cultivos. A esto suman la peligrosidad para los empleados de las plantaciones. "No hay mucha seguridad personal porque de repente estás trabajando y puedes encontrarte un jabalí a dos metros, tememos que haya una desgracia", advierte Cavanilles. El ingeniero del colectivo subraya que siempre ha habido daños por jabalí pero que en los últimos meses, se han incrementado. Por ello, la asociación solicita al Principado medidas de control de la población del jabalí en las vegas, que son vedado de caza.
