Los jabalíes y los lobos no participan en el XXXIII Concurso-exposición regional de ganado vacuno selecto de Pola de Siero, pero ayer protagonizaron su primera jornada. Porque los perjuicios de la fauna salvaje para el campo asturiano centraron ayer buena parte del debate político y, también, de las conversaciones entre los ganadores. Especialmente tras saberse que un suido mató a un cordero pocos días atrás en Aramil (Siero).
"Fue en un monte de aquí al lado, justo enfrente del mercado, en la noche del jueves. Era del chaval que tiene la ganadería junto a la mía. Vino el viernes por la mañana y me dijo que se encontró los restos del animal y que se veía que había sido un jabalí", relata el ganadero Antonio Fernández. El ganadero afectado no participa en el concurso, aunque ayer recibió los ánimos de sus compañeros cuando pasó por el mercado.
"Si es que tenemos a los jabalíes a la puerta de casa. En Soto de Llanera han tenido que poner pastor eléctrico hasta al campo de golf y a una marquesina. Cada poco los ven andando en fila hasta la carretera", afirma el ganadero Manuel Valle, ganadero llanerense.
La problemática del jabalí en el centro de Asturias centró ayer las críticas de los representantes de PP y Foro al gobierno regional. "La fauna salvaje nos va a comer. Van a llegar a nuestras casas y vamos a tener que invitarles a comer algún día", afirma Luis Venta, que denuncia que el mundo rural ya sufre este problemas hace años e insta a al Principado a actuar sobre las zonas de seguridad de Siero, que son "reservorios de jabalíes". Por su parte, la diputada de Foro Asturias Carmen Fernández sostiene que: "El proteccionismo de las especies salvajes mal entendido y la desidia están causando invasiones de jabalíes en muchas zonas de Asturias que causan alarma social y suponen un riesgo para la seguridad vial y de las personas".
Aparte del jabalí, los ganaderos critican las actuaciones para contener al lobo, así como la precariedad de las reparaciones que reciben los ganaderos que pierden algún animal por el ataque del cánido. "Te tasan el animal y te lo pagan, tarde y mal. Porque la cantidad, además, no cubre el rendimiento que le podrías sacar al animal en los próximos años", explica Juan Bautista Gutiérrez, ganadero de Avilés. De hecho, Gutiérrez asegura que muchos ganaderos de las alas de la región se están inhibiendo a la hora de mover sus animales por temor al lobo. "En Forcinas, en Pravia, están desesperados. Les están matando ovejas continuamente. Y en la zona de Cangas de Onís, los ganaderos ya prefieren vender a los terneros antes que subirlos al puerto, porque saben que hay un 90% de posibilidades de que no vuelvan", asegura.
