René Coviella ha pasado los 28 años de su vida en Noreña. Es licenciado en Química y le falta una asignatura para graduarse en Derecho. En 2015 encabezó la lista de Izquierda Unida a las elecciones municipales y resultó elegido, pasando a ser el portavoz de la coalición de izquierdas en el Consistorio noreñense.
-¿Cómo valora la primera parte de este mandato?
-Hay tres elementos que caracterizan al equipo de gobierno: opacidad, caciquismo y cierto grado de ineficacia. Ejemplo de opacidad es el escaso tiempo e información que se da a la oposición para preparar plenos y comisiones. El caciquismo se refleja en ciertas actuaciones realizadas para beneficiar a sus votantes. En cuanto a la ineficacia, son conocidas la pérdida del Plan de Empleo y una reciente ayuda del IDEPA.
-¿Tiene recorrido su recurso a la adjudicación de las obras del campo de fútbol?
-Queremos que se lleve a Pleno. No estamos contra el campo de fútbol aunque haya gente que lo piense. Pedíamos que se trabajase para obtener más financiación externa y no pedir un crédito de 350.000 euros para hacer un equipamiento que no cumple la normativa. Se cometieron ilegalidades en la tramitación y, si no se nos responde en un mes, se deberían paralizar las obras.
-¿Es posible que se pierda la subvención para ampliar la escuela de la carne?
-El riesgo existe. Hay seis meses de plazo de ejecución y las obras no se empezaron. El plazo para justificar 300.000 euros del IDEPA finaliza el 15 de noviembre y hay rumores de que quieren comprar materiales por adelantado para justificarlo y no está claro que las cláusulas lo permitan.
-¿A qué aspira IU en este mandato?
-A dar un impulso a la participación ciudadana con reglamento, llevar la transparencia a la vida municipal y potenciar los servicios sociales.
-Insisten en que subió el IBI.
-Los vecinos son los que saben la verdad en esto. Hace días que están llegando los recibos con subidas. El gobierno dice que no subió el tipo y es verdad, pero sí hubo una revisión catastral solicitada por el Ayuntamiento, que evitó compensar la subida con una rebaja en el coeficiente.
-¿Cambia el escenario político la renuncia de Movilla?
-Es un avance. Aún así, si hubiese negociaciones serían complicadas. Estamos abiertos a hablar con todos, pero hace falta un cambio de actitud de Conceyu Abiertu. Reprocho que hay muchas cosas que en el mandato anterior estaban mal y en las que coincidíamos en ser críticos y que ahora suceden otras cosas con las que no lo son tanto.
-¿Qué exigirán para aprobar el próximo presupuesto?
-Ligar las cuentas a las ordenanzas fiscales con unos impuestos más progresivos, subvencionar el IBI y alguna inversión sostenible como puede ser la mejora de la calle de El Fontán.
-¿Opina que la alcaldesa tiene poco protagonismo?
-Tiene presencia mediática. Sale mucho fuera del Ayuntamiento, pero pasa poco dentro. Delega lo administrativo a otros concejales, como Inaciu Iglesias.
-¿Le sorprendió que incumpliese la moción de impulso a la laicidad?
-Ya lo anunció públicamente. Nos pareció mal no sólo que no lo respetase, sino que presumiera de ello. Fue un desafío total. Sólo se pedía que acudiese a título personal. Es una decepción porque fue un acuerdo democrático y si tuviera dudas legales debería haber acudido a los tribunales.
