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JUANA LOR | Actriz y profesora de teatro en el País Vasco, ofrece un curso en Lugones

"El teatro tiene que estar mal de continuo para que no se apoltrone"

"Nunca hice cine ni televisión y me sería difícil porque las producciones vascas son en euskera y yo no sé hablarlo"

Juana Lor, ayer, en Lugones. L. B.

Juana Lor es una bilbaína nacida en 1978 para la que el teatro es su vida. Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Pontificia de Comillas, forma parte de Kabia, un espacio de investigación teatral creado en 2006, y compatibiliza sus actuaciones con sus labores de pedagoga y directora. Este fin de semana está en Lugones impartiendo un curso del XVI Encuentro de Mujeres en Escena del grupo Teatro del Norte. Esta tarde ofrece una representación gratuita en la Casa de Cultura de la localidad las 19 horas.

-Es actriz, pedagoga y directora, pero ¿qué se considera más de todas esas cosas?

-Me considero una mujer de teatro y cada día más. Empecé actuando, pero poco a poco el teatro me fue colocando en otros sitios. Primero hacía entrenamientos en mi compañía y más tarde fui dando clases en más sitios hasta tocar todos los palos.

-¿Con qué se queda de su actividad?

-Con aquello que me permite crecer en cada momento. De todo se aprende. La clave es no encasillarse.

-Además, es traductora de varios idiomas.

-Fui de pequeña al colegio alemán y tuve una educación fuerte en idiomas. Me gusta todo lo que tenga que ver con las letras, y por entonces lo de ser actriz no estaba muy bien visto. Fue una salida orientada al lenguaje que me ha venido muy bien para la interpretación. Tengo una manera de comunicar más allá de las palabras gracias a esto que la gente destaca.

-¿Qué le aporta este curso?

-Me enriquece porque pongo todo mi bagaje al servicio de una nueva investigación orientada a los arquetipos de la mujer. Es la esencia de la mujer al servicio de lo actoral y me parece muy interesante abordarlo aquí.

-¿Puede adelantar algo de la obra de esta tarde?

-Es una mezcla del mito y lo cotidiano. Es un relato de lo que me ha pasado en mi vida como mujer y actriz y de los maestros que he ido conociendo y me permitieron liberarme de las ataduras que no me permitían ser lo que puedo llegar a ser.

-¿Destacaría algo de estos encuentros?

-Es una gran iniciativa de Etelvino Vázquez, por el que quiero romper una lanza. Hay gente que enciende chispas y luces y te permiten ver lo que hay y otros que antes de salir al escenario te dan un empujón para que te lances. El estaría en ese grupo y ha sido artífice a la hora de dar forma a lo que soy.

-¿Cómo está el teatro?

-El teatro para serlo tiene que estar mal. Tiene que estar en el conflicto terrorífico de la dificultad continua, porque si no nos engordaríamos y nos apoltronaríamos. El otro día oí al cantante Alejandro Sanz decir que a un concursante de un programa le faltaba fatiga en la voz. El teatro siente también ese punto de necesidad de esfuerzo.

-¿Nunca pensó en el cine?

-Nunca hice ni cine ni televisión. No obstante, tengo el handicap de que no hablo euskera por distintas circunstancias. Puede decirse que soy una contradicción con patas en ese aspecto, y como las producciones mayoritariamente son en euskera no puedo plantearme probar.

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