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"Sabes que das amor a cambio de nada"

Luis Álvarez y Elena González, de Posada, explican su experiencia como familia de acogida del programa "Canguro" de la Cruz Roja

Luis Álvarez y Elena González, en el quisco de música de Posada de Llanera. A. F. V.

Dar y recibir amor. Estos son los principales objetivos del programa "Familias Canguro" de Cruz Roja, un plan de acogida de niños en situación de desamparo en el que colaboran decenas de familias en Asturias. Los Álvarez-González, naturales de Posada de Llanera, son una de ellas. Ayer, acompañados de la coordinadora del plan, María del Mar Nodal, ofrecieron una charla en la Casa de Cultura de la capital llanerense sobre su "gran experiencia" en este proyecto que "ayuda a esos críos a asegurarse una parte de su futuro".

"Tienes que tener muy claro que no se trata de una adopción. Es un niño al que vas a querer mucho, pero que a los dos años se va a ir. Hay que tener la mente muy despejada en ese sentido. Saber que lo haces a cambio de nada. Para que ese crío esté en una familia en vez de en un centro de acogida", explica Luis Álvarez, quien, junto a su mujer Elena González, actualmente tiene a su cargo dos pequeños dentro de esta iniciativa.

El fin de este programa no es otro que dar la oportunidad a niños en situación de desamparo de criarse en un entorno familiar y saludable, una premisa que los Álvarez-González llevan a rajatabla. "Yo lo trato como si fuese un hijo mío. Le riño cuando le tengo que reñir, juego cuando hay que jugar, tiene trato con el resto de la familia... Hacemos que se encuentre en una situación totalmente normal", afirma Álvarez, quien confiesa que lo más complicado "es que el crío llegue a confiar en ti".

Pasados los dos años, los beneficiarios del programa de acogida son dados en adopción o retornan a sus familias de origen, un momento "duro" para sus "padres temporales". "Cuando se tuvo que ir el primer niño que tuvimos a nuestro cargo fue un momento muy complicado. En nuestro caso, y en contra de las recomendaciones que suele hacer Cruz Roja para estos casos, seguimos manteniendo el contacto con el pequeño y su familia. Tenemos muy buen rollo y nos vemos todos los sábados", asegura el "padre solidario".

Pese a todas las bondades y beneficios que Álvarez asegura reporta este programa, el llanerense también considera que existe un debe importante. Aunque en este caso es la administración la culpable. "A las familias de acogida nos dan un ayuda económica de 200 euros mensuales, una cantidad muy alejada de los subsidios que se otorgan en otras comunidades y que puede hacer que ciertas personas, que podrían dar mucho cariño a estos niños, no puedan hacerlo", sentencia.

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