Las campanas de El Valle no volverán a sonar igual. Los vecinos de la localidad carreñense lloran hoy a José Luis Fernández Gutiérrez, jubilado de Hidroeléctrica del Cantábrico y conocido por todos por estar al frente del bar-tienda Casa Eduardo, propiedad de la familia de su mujer, Ana Álvarez.

Los que le conocieron le definen como un "trabajador incansable", "amigo de sus amigos" y "un auténtico emprendedor". Gracias a él la parroquia contó con cine, actuaciones teatrales, bolera y el primer teléfono público. Ya jubilado, y alejado del reconvertido negocio hostelero que es hoy Casa Eduardo, Fernández era el encargado de tocar las campanas en la iglesia de Santa Eulalia, donde también se hacía cargo del mantenimiento de las zonas verdes anejas al templo y al camposanto.

"Era un hombre muy afable y cercano. Hizo mucho por el pueblo. Fuimos vecinos toda la vida y le recuerdo desde niña. En su tienda compré mis primeros chicles de peseta", rememora la alcaldesa, Amelia Fernández, sobre el fallecido.

Fernández falleció en Gijón, a los 95 años de edad. Deja mujer (Ana Álvarez), hijos (Alberto y Margarita), hijos políticos, nietos y bisnietos. El cuerpo del carreñense será recibido en la iglesia parroquial de Santa Eulalia hoy a las 17 horas. A continuación se le dará sepultura en el cementerio de la parroquia carreñense.