Verónica Iglesias es de Lieres (Siero), tiene 27 y desde los 10 lleva dando guerra por los castros. Su irrupción en la cuatreada, en la peña de su localidad natal y de la mano de una leyenda de este deporte como Celestino Speroni, supuso toda una revolución, pues fue una de las pioneras federadas y la primera en alcanzar la máxima categoría en 2010. Dicho ascenso llegó tras fichar por una potente peña como Villa de la Sidra-Titi, en la que continúa y este año logró un nuevo ascenso. El pasado domingo se alzó junto a José Salazar, compañero en el equipo naveto, con el título en el torneo "Ayuntamiento de Onís" por parejas celebrado en Benia.
-¿Cómo valora este final de temporada?
-La valoración es muy buena. Fue mucho mejor el final del año que el principio. En agosto ganamos el torneo de la Feria de Muestras por quintetos en el que hice buenas partidas. En el individual de segunda tuve buenas sensaciones y acabé subiendo de categoría, aunque bajé el nivel en las últimas partidas. Para rematar el año llegó el título en Benia, donde cuajé una buena final.
-¿Fue difícil alcanzar el ascenso a Primera?
-Subir es una meta que siempre resulta difícil y más cuando dicho ascenso es a Primera. En el campeonato de Segunda me encontré con varios jugadores de gran nivel como rivales y tuve que emplearme a fondo para pasar varias eliminatorias.
-¿Qué ascenso le hizo más ilusión el de este año o el de hace seis temporadas?
-Ambos ascensos significaron mucho para mí. Siempre es una alegría enorme alcanzar la máxima categoría, pero he de reconocer que me hizo más ilusión la primera vez porque era algo que nunca antes se había logrado.
-¿Es una asignatura pendiente el regional femenino?
-He de admitir que sí. Es algo que sigue resistiéndoseme, pero es que ya hay más jugadoras de gran nivel como las hermanas Alicia y Sara Rodríguez o Raquel Espinosa. Esta última tiene un excelente nivel y es la que me lleva eliminando los últimos años.
-¿Cómo ves los torneos de chicas que no hubo en tus inicios?
-Es muy importante que haya este tipo de competiciones porque hay jugadoras que sólo pueden participar en estos torneos. El hecho de que la distancia mínima para competir con los hombres sea de 19,5 metros lleva a que muchas sólo puedan tomar parte de estos torneos específicos e los que la distancia mínima es de quince metros. Me alegra que existan estas pruebas porque permite jugar a muchas chicas que, de otra manera, no podría competir en buenas condiciones. Los 19,5 metros conllevan mucho esfuerzo.
-En sus inicios dijo sentirse como "un bicho raro", ¿cambió dicha sensación?
-El "bicho raro" ya pasó a no ser tan raro porque hay más chicas. Ya me conoce la mayoría de la gente de los bolos, pero a veces todavía escucho entre la gente del público frases como "nunca vi una mujer jugando".
-¿Qué metas se pone para la próxima temporada?
-Mantenerme en Primera y repetir los éxitos de este año sería de lujo.
-¿Es una ventaja tener de compañero a Javier Pruneda?
Es un baza muy grande. Aporta mucho por su juego, su apoyo y la seguridad para el resto del equipo.
-¿Gozan de buena salud los bolos actualmente?
-Hay una cantera muy buena y espero que de ella salgan muchos muy buenos jugadores. Respecto a la situación de la Federación Asturiana de Bolos, espero que a partir de ahora las cosas vayan a mejor con la nueva directiva.
