"Este reconocimiento está cargado de ilusión y responsabilidad, no lo merezco, pero será por algo". Así, con una mezcla de agradecimiento y de modestia, inició su discurso el director y actor teatral de Lugones, Etelvino Vázquez, tras recibir el diploma que le acredita como hijo predilecto de Siero, cuyos méritos trató de repartir entre sus colaboradores y allegados.

Quizás el momento más emotivo fue cuando recordó a todas las personas que integraron o integran la compañía "Teatro del Norte", que Vázquez fundó en el año 1985 por "vocación de servicio" y que desde entonces deja su selló con actuaciones tanto en los colegios más cercanos como en teatros de países lejanos. "Se distingue a todos los que acompañaron y acompañan al 'Teatro del Norte' para hacer un teatro digno y profesional", apuntó Vázquez.

Ante él se situaron representantes de las diferentes fuerzas políticas, salvo el Pinsi, que excusó su ausencia por un accidente de su único concejal, Juan Camino, y esta circunstancia fue aprovechada por el director teatral para reivindicar una mayor apuesta municipal por la cultura. "Hace falta más reconocimiento, trabajo en común y planes para afrontar el futuro", apuntó, para añadir que "hace falta un planteamiento que permita ganar la batalla y convertir el teatro de Siero en un bien cultural de primer orden".

No fueron todo palos, pues destacó el hecho de contar con "un gran auditorio" y la posibilidad de crear un nuevo centro cultural en Lugones que, "junto al de La Fresneda, completaría una red de espacios culturales de primer nivel". Una dotación que llamó a aprovechar. "Hay un gran potencial teatral en Siero", declaró.

Estas palabras llegaron justo después de que el letrado José María Álvarez Guisasola defendiera la candidatura de Vázquez con un discurso en el que no faltaron referencias a los padres del homenajeado, Etelvino y Maruja Pérez, así como a la pasión que desde bien joven le llevó a organizar representaciones que reunían a numerosos críos en torno a sus improvisados escenarios.

Al acto asistieron también otros hijos predilectos del concejo, como el arquitecto Urbano Arregui, así como los hijos adoptivos, Lázaro Polledo y Manuel Valencia, quienes, junto con el cronista oficial de Siero, Juan José Domínguez y el propio Álvarez Guisasola, posaron para una foto conjunta para el recuerdo.

Entre tanto, numerosos familiares y amigos siguieron los actos tanto desde los asientos del salón de plenos como desde la sala de juntas anexa. Todas las intervenciones de los portavoces municipales, que coincidieron en destacar el papel esencial para la cultura local desempeñado por Etevilno Vázquez, así como el hecho de que este reconocimiento llegue "en vida", fueron muy aplaudidas, pero sólo tras la intervención del protagonista todos se pusieron en pie para ovacionarle.

Entre ellos el alcalde de Siero, Ángel García, que celebró que se pusiese fin a "meses de expediente y años de trámites" para un reconocimiento "muy merecido". Un camino que el propio hijo predilecto se encargó de recordar que fue iniciado en su día por la entonces concejal de Cultura por Foro, María José Sánchez.