Bimenes es el primer concejo español que se suma a la campaña a favor de los sistemas de retención infantil para que los niños viajen en el coche en el sentido contrario a la marcha hasta que tengan unos cuatro años. El Pleno yerbato aprobó por unanimidad esta adhesión y autorizó la concesión de ayudas para la compra de las sillas a los padres de los niños nacidos en el año y con carácter retroactivo a los que llegaron al mundo en 2014 y 2015.

La propuesta partió del tripartito (PAS, IU y Xente Yerbato), y contó con el apoyo del resto de grupos. La concejala Nati Canto explica que aún no han determinado la cuantía municipal que destinarán a este fin porque están "pendientes de aprobar los presupuestos". El gobierno local también adquirió el compromiso de dar la máxima difusión y promoción a esta medida.

El Race (Real Automóvil Club de España) recomienda el uso de estas sillas infantiles colocadas en sentido inverso porque "reduce hasta en un 75% el riesgo de sufrir lesiones graves". La campaña a favor de estas nuevas sillas cuenta con testimonios de padres que han perdido a sus pequeños después de accidentes de tráfico. Uno de los casos más sobrecogedores es el de Gabriel, que murió con tres años tras sufrir una decapitación interna tras un choque. Aparentemente sólo tenía un rasguño en la barbilla.

La edil yerbata explica que esta decapitación interna sucede por la inercia del movimiento. Cuando se produce un frenazo brusco o un choque por detrás, como fue el caso del malogrado Gabriel, el arnés del sistema de retención sujeta el cuerpo, pero no la cabeza, que va hacia adelante.

Nati Canto pone como ejemplo que "en una cabeza de un kilo de peso, cuando se produce una deceleración brusca a 50 kilómetros por hora es como si tirasen de ella 32 kilos". Por ello, los defensores de esta iniciativa insisten en la conveniencia de que los pequeños viajen en el sentido contrario a la marcha hasta que tengan cuatro años o pesen alrededor de 18 kilos.