El paisaje urbano de Siero hubiera sido muy distinto sin la figura de José Benito Díaz, el arquitecto municipal, quien, además de contribuir al trazado urbano de las principales localidades del concejo, ha sido el artífice de la mayoría de los edificios importantes construidos en los últimos tiempos. El arquitecto está próximo a su jubilación, después de 36 años de trabajo, y recientemente ha firmado, junto a su compañera en la oficina técnica, la arquitecta María José Fernández, el proyecto del centro polivalente de Lugones, que tal vez sea ya su último edificio de cierta envergadura en el concejo.

Su primera obra reconocida no fue un edificio nuevo, sino una rehabilitación: la primera que se hizo en la Casa Consistorial, en los años ochenta del siglo pasado, cuando llevaba muy poco tiempo en el cargo de arquitecto municipal. Poco después emprendería su primer gran proyecto: el del nuevo Mercado Nacional de Ganado. Construido en 1990, el edificio tuvo hasta cuatro proyectos antes del definitivo, que se fueron cancelando o redefiniendo por causas de espacio o económicas, entre otras.

Su obra, especialmente la que afectaba al suelo urbano, no ha estado exenta de polémica. La más sonada, quizá, fue la de la rehabilitación de la plaza de Les Campes. En su día, la plaza estaba totalmente desaprovechada y en su parte central tenía un aparcamiento de camiones. Cuando Díaz hizo su propuesta de reforma tuvo una respuesta airada de muchos vecinos y hosteleros, que consideraban que iban a salir perdiendo con el cambio. El arquitecto confiesa que sufrió por ello, porque a nadie le gusta ser criticado de ese modo en su propio pueblo, pero las protestas cesaron el mismo día en el que se inauguró la plaza, cuando los hosteleros y vecinos se dieron cuenta de que la plaza había ganado mucho con el cambio. El uso que se le da hoy a la zona, quizá la más concurrida de la Pola, lo dice todo.

En Lugones, los principales edificios públicos llevan su firma. La Casa de Cultura fue diseñada por él; también el polideportivo y la piscina climatizada.

Pero, sin duda, lo más llamativo de su legado arquitectónico en Siero es la "isla de la cultura", el conjunto formado por el Auditorio, la Casa de la Música y la Casa de la Cultura. Y aunque el Auditorio, por su tamaño y espectacularidad, es quizá lo más llamativo, su edicio favorito es, sin embargo, la Casa de Cultura. Y en cualquier caso, lo que más destaca es que los edificios están hechos "con muy poco dinero"; por ejemplo, el auditorio costó un 15 por ciento menos que el más barato que se había hecho en España de características parecidas. "Son obras que, a veces, parecen grandes y sobrecargadas, pero se hacen con poco dinero".

José Benito Díaz hace casi todos sus proyectos en casa, fuera de su horario oficial de trabajo. "Aunque después dibujas en el ordenador, la idea la haces en casa, a veces en la cama, cuando no duermes por la noche, que es casi siempre. Los proyectos hay que hacerlos en la cabeza. Eso de empezar a dibujar sin sentido es una tontería. El lápiz te descubre muchos secretos, pero las ideas salen antes de la cabeza".