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Los usuarios de la N-634 exigen mejoras en las conexiones hacia el centro de la región

"Es un martirio", se quejan ante el mal estado del pavimento, los accesos a la Transcantábrica y "el peligro" de la invasión de jabalíes en la calzada

Tráfico en la carretera nacional 634 a la altura de El Remedio (Nava). M. M.

Realizar el trayecto hasta su puesto de trabajo se ha convertido en un suplicio diario para muchos conductores de los concejos del interior por culpa del mal estado de las carreteras. Un ejemplo es Rosa Poza, que vive en La Cueva (Nava) y trabaja en el Hospital Monte Naranco, en Oviedo. Hace justo un año sufrió un aparatoso accidente del que, por fortuna, salió sin heridas graves, pero desde entonces revive cada día su pesadilla, sobre todo cuando llueve. "Hay días que llego con un estrés imposible. Sigo diciendo que hasta que no haya varios muertos en un mismo accidente no harán nada", lamenta indignada. Por eso, hace "un llamamiento a los usuarios a luchar para que se mejoren las condiciones de la carretera porque nos va la vida en ello".

En su desplazamiento, de unos 40 kilómetros, Rosa Poza no es capaz de quitarse la tensión de encima. "Siempre tengo que salir una hora antes porque es imposible hacerlo en menos tiempo", asegura, aunque es un recorrido que debería llevar bastante menos. Al poco de iniciar el viaje, en El Empalme se incorpora a la carreta nacional 634, que define como "patética" por el deficiente estado del firme, el gran número de baches que acumula y sus reiteradas curvas, sin olvidar los "adelantamientos indebidos", que también abundan.

Una vez alcanzada la localidad de Lieres toma la Autovía del Cantábrico, que, según denuncia, tampoco está mejor. "Si es de día y no llueve tiene un pase, aunque no tenga un buen asfalto". Pero si es un día de agua, analiza, la situación se complica, porque la carretera no drena lo suficiente y se forman peligrosas bolsas de agua y las señales informativas llegan a reflejarse en el suelo despistando al conductor, que es incapaz hasta de ver la línea blanca. A la lluvia se suma la niebla, otra compañera de viaje nada recomendable. "Es una zona de bastante niebla y también tengo observado que cuando empieza a helar hay como unos dos grados de temperatura menos desde la altura de Pola de Siero hasta llegar a Parque Principado", matiza.

Esta usuaria habitual de la autovía resalta que precisamente uno de los tramos de más riesgo es el de las salidas hacia Pola de Siero, "las dos están en curva", agrega, y "en la segunda se te va el coche", ya que los conductores aprecian un cierto desnivel en la vía. Además, la potencia de los focos que iluminan el campo de fútbol cercano molesta a los conductores, a los que en ocasiones llegan a deslumbrar. Se sufren aún más cuando llueve.

"Justo hace un año, el día 27 de noviembre, tuve un accidente y me llevaron en ambulancia para el hospital. Estoy viva y no rompí nada. Fue el milagro del siglo", explica aliviada. Iba a trabajar y era un día de lluvia y bruma, recuerda. "Desde entonces tengo más miedo", reconoce Rosa Poza, que describe el incidente como "tremendo, espantoso". Así que cada día llega a su trabajo para empezar la jornada laboral "con una tensión que hasta se me duermen las manos".

La fauna cinegética es otro de los peligros de la autovía, con varias zonas de paso de jabalíes, por lo que los accidentes por atropello a estos animales son habituales, aunque no por ello dejan de ser muy peligrosos. Rosa Poza cree que lo ideal sería "grabar un día el recorrido porque es un martirio, supervivencia pura y dura".

"No se ve ni una raya"

Su testimonio es sólo un ejemplo del riesgo que corren muchos viajeros diariamente. Antón Sánchez Vallina reside en Ceceda (Nava) y también se vio involucrado en el mismo accidente que la naveta Rosa Poza. Trabaja en Avilés, por lo que realiza el recorrido a diario. "Cuando llueve no se ve ni una raya y la incorporación a la Pola es muy peligrosa; de hecho, ya hubo muchos accidentes". Lamenta que cada poco se produce algún choque y a pesar de eso, "nadie hace nada, aunque sea peligroso 100%". Agrega que los animales son otro riesgo: "cada poco salen y cualquier día me toca a mí, porque hay jabalíes a punta pala". Se conformaría con que pintaran las líneas de la autovía y arreglaran los accesos a Pola de Siero porque "no se invirtió nada y cada vez está peor".

Constantino Media Pérez, un piloñés que trabaja en Noreña, sufrió un accidente hace poco más de una semana: "Venía de Oviedo, se me fue el coche en un charco y pegué contra el guardarraíl. El coche dio la vuelta por completo". Coincide con el resto de usuarios en que "la carretera está muy mal". Además, él tiene que sufrir el tramo de la N634 entre Nava e Infiesto, que es uno de los más peligrosos del país. Así que no es de extrañar que esté pensando en alquilar un apartamento para quitarse todo lo que pueda de la carretera. Reitera que los mayores peligros son el mal estado del pavimento y la invasión de la calzada por jabalíes. "Siempre hay algún coche por ahí con un golpe", concluye.

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