El cocinero Pedro Morán hizo una defensa entusiasta de los callos en el pregón de las jornadas gastronómicas de Noreña que tuvo lugar ayer en el Hotel Cristina. "Los callos están de moda y vosotros sois muy culpables de ello", dijo a los noreñenses. Las jornadas se celebran entre los días 2 y 8 de diciembre. Los callos que prepara en Casa Gerardo son de corte pequeño y acompañados con daditos de patata frita. "La patata al contactar con el jugo de los callos es la mejor torrija salada que hay en el mundo", afirmó. Le gusta verlos servidos en cazuela.

Para Morán, los callos son un alimento esencial en la cultura gastronómica asturiana. "Si uno no sabe de callos tiene una tara muy grande. Si no comes callos pierdes amigos". Sostiene que "en las discusiones sobre si te gusta más el Sporting o el Oviedo entran también si te gustan cortados más grandes o más pequeños. Que si son mejores los del chigre aquel o los del restaurante a cual".

El cocinero tiene a este plato, junto a la fabada y el arroz con leche, en el "top 5" de su ranking de platos asturianos, acompañado tal vez del pote asturiano y la carne gobernada. Pero no con el cachopo. "Los que metéis en el top 5 al cachopo podéis dejar el carné de asturiano en la puerta; el cachopo no es asturiano", aseguró. Añadió que gracias a momentos como las jornadas de Noreña "cada vez hay más 'callófilos' jóvenes que hacen ruta buscando las receta que les hace disfrutar más. Esa cantera de jóvenes fartones tenemos que defenderla".

Y concluyó: "Estáis en la 54.ª edición, os quedan 46 años para los cien, así que no podéis relajaros. Yo no creo que lo vea pero los que viene detrás merecen vivirlo", dijo para concluir. El acto, presidido por la alcaldesa de Noreña, Amparo Antuña, contó con la presencia del director general de Trabajo de Asturias, Antonio González, los miembros de la junta de hostelería de Noreña Fini Torre y Moisés Cuesta, y numerosos representantes políticos, entre ellos, los alcaldes de Llanera, Bimenes y Sariego, respectivamente Gerardo Sanz, Aitor García y Saúl Bastián. Cuesta, presidente de los hosteleros, dijo que para él hacer las jornadas "es un trabajo muy fácil", gracias a la tradición.