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Siero

Belenismo por todos los lados en la Pola

La colección iniciada por el fallecido Juan Manuel Rodríguez sigue incrementándose con figuras y nacimientos internacionales

Belenismo por todos los lados en la Pola

La Pola ha tenido desde siempre una muy buena relación con el belenismo gracias a uno de los nacimientos más importantes de Asturias, que fue pionero en su día y que todavía hoy conserva un enorme valor y encanto: el de la residencia de ancianos Nuestra Señora de Covadonga, el asilo, realizado por Belarmino García de la Roza.

Esta relación ha ido creciendo con el paso de los años, y uno de sus impulsores fue Juan Manuel Rodríguez Díaz, que precisamente se encargó de mantener y promocionar el belén del asilo durante años. Una de las aportaciones de Rodríguez al belenismo poleso fue la organización de la exposición de belenes del mundo, que en un principio organizaba en el propio asilo y que actualmente tiene como sede la Casa de Cultura de la Pola, que ahora lleva el nombre "Memorial Don Juan Manuel Rodríguez Díaz".

Fallecido Juan Rodríguez, es su familia la que lleva ahora el peso de la organización de la exposición. Su hija María Rodríguez Asla ha cogido el testigo de su vocación belenista y es la que se encarga de seleccionar una parte de la vastísima colección de belenes del mundo para exponerla en el centro cultural.

"Tenemos muchísimos belenes, no podríamos exponerlos todos aquí; esto que traemos es solo una muestra muy pequeña, está en torno al 10 por ciento", explica María Rodríguez.

Además de la colección familiar iniciada por Juan Rodríguez, que atesora belenes de todas las partes del mundo y que ya sin él sigue haciendo adquisiciones, en la exposición de la Casa de Cultura hay trabajos realizados por belenistas polesos, colecciones particulares y maestros belenistas. El cronista oficial de Siero, Juan José Domínguez, es uno de los belenistas locales, que ha participado desde siempre con aportaciones propias.

Hay belenes de todos los tipos y tamaños. Nos podemos encontrar reproducciones en miniatura de figuras en cristal de Murano (una de las últimas adquisiciones de la familia de Juan Rodríguez) nacimientos de gran formato, representaciones dentro de botellas, en cajas de vino, o como adornos de un árbol de Navidad de madera. Las exposiciones este año han ampliado espacio, hasta alcanzar los cuatrocientos metros cuadrados y más de 100 belenes.

La mayoría están en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura de la Pola, pero también los hay en los escaparates de las esquinas de la calle Marquesa de Canillejas de la plaza cubierta polesa

María Rodríguez asegura que "la afición por el belenismo está creciendo mucho en la Pola, y hay gente haciendo cosas muy buenas y muy originales".

Y, en cualquier caso, respecto a los belenes que aparecen en la muestra, vengan de donde vengan, la promotora de la exposición hace buena la máxima que siempre estaba en boca de su padre: "Hasta los belenes feos tienen su encanto".

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