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Un sierense en las Antípodas

Alberto Campa proyecta en la Pola fotos de su viaje por Australia, un sitio "para vivir", con rincones singulares como Vaunatu

Honolulu.

El sierense Alberto Campa sigue alimentando su pasión por los viajes, y también contagiándosela a sus paisanos. Su última proyección en la Pola, que como siempre contó con mucha aceptación, versó sobre el continente que, según confiesa, tiene menos explorado: Oceanía. De los 14 países que conforman este territorio conoce cinco: Australia, Fiyi, Vaunatu, Nueva Caledonia y Hawai (si bien estas dos últimas en realidad pertenecen, respectivamente, a Francia y a Estados Unidos. La distancia es una de las razones por las que Oceanía se hace más difícil como destino, pero también, y sobre todo, la forma de viajar. Al ser muchas islas con mucho mar de por medio, hay que viajar en barco o en avión, y Campa ha sido siempre un viajero austero y, en la medida de lo posible, terrestre.

En cualquier caso, lo que ha visto le ha gustado mucho. Es una tierra singular y muy distinta en muchos aspectos de la nuestra, aunque no en todos. Por ejemplo, dice que "Sidney es uno de los sitios en los que podría vivir; es muy parecido a lo nuestro, tiene un clima ni muy caliente ni muy frío, tiene mar y montaña, zona rural y urbana y, después, los australianos son muy distintos de los norteamericanos, son más cercanos, son limpios y organizados, les gusta practicar todo tipo de deportes y, al mismo tiempo, saben divertirse; las ciudades tienen mucha vida, se parecen a las europeas". Eso sí, "la fauna es muy llamativa, muy distinta de la de aquí".

Uno de los países que más le ha llamado la atención, por su singularidad, ha sido Vaunatu, que está situado dentro de la línea internacional del tiempo y que, por ello, está entre los primeros que celebran la Nochevieja.

En Vaunatu hay numerosos sitios muy atractivos para practicar el buceo, y también historias muy singulares, como la del canibalismo. La práctica de comer a otros seres humanos se dio en este territorio hasta 1968. También allí, en la isla de Pentecostés, se inventó lo que después sería el "puenting"; en su caso, los hombres saltan al vacío desde una torre de bambú, amarrados con lianas por los tobillos. "Pero, a diferencia del puenting, la cuerda es más larga: llegan a tocar el suelo", relata Campa.

Y Hawai "es un territorio muy guapo", dice el viajero. Allí, además de ciudades atractivas como Honolulu y paisajes singulares, está la zona de surf, las playas de la costa norte de la isla de Oahu, donde hay olas gigantes que atraen a los surfistas.

También le llamó poderosamente la atención visitar Pearl Harbor, la base naval estadounidense tristemente famosa por el bombardeo japonés, que le impresionó por una parte pero por otra le causó cierta decepción "porque lo habían convertido en un parque temático". El había estado en los memoriales de Hiroshima y Nagasaki y le habían parecido "más respetuosos".

Campa tiene anécdotas para dar y tomar. No en vano, ha dado dos veces la vuelta al mundo, y ha visitado ya 165 países. Su intención es no dejar uno sin pisar, con lo que es posible que más pronto que tarde vuelva ja la Pola con nuevas historias sobre aquella tierra.

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