En una tierra de sidra como es Asturias sorprende un poco que en los habituales menús del día que se ofertan a diario en bares y restaurantes no figure la bebida regional como opción junto a los fijos agua y vino. Eso han pensado en el club sierense "Amigos de la Manzana", que se han puesto manos a la obra para arreglarlo.
"Estamos luchando para que se oferte la sidra en el menú del día y no sólo agua y vino". Lo indica Toni Fernández, vocal del club. Creen que la bebida regional, en cierto modo, está discriminada en los menús de los restaurantes y sidrerías, donde deberían promocionar la bebida y dar al cliente la posibilidad de comer con una botella sin que esto les suponga un coste extra. Confían en que los hosteleros acojan su propuesta de buen grado.
"¿No estamos en Asturias?", plantea José Riestra, tesorero del club, quien va más allá y plantea que "en los espacios públicos verdes, en lugar de palmeras, se planten manzanos". Cree que es necesario "concienciar y promover", tanto la sidra como el cultivo de las variedades autóctonas.
"Amigos de la Manzana" surgió hace 20 años para luchar por la conservación de variedades de mesa al perderse muchas.
Mantienen el objetivo inicial: "Sigue haciendo falta manzana, aunque la Denominación de Origen Protegida (DOP) trajo plantaciones nuevas, pero estamos en ello", destaca Riestra. "Apostamos por una manzana autóctona", explica Toni Fernández y David Menéndez, secretario, agrega que "cada zona tiene su manzana y hay que aprovecharla".
Así que a través se la parcela que el Ayuntamiento les cedió en Aramil, cada año van recuperando variedades autóctonas. Además, dan cursos sobre cultivo, poda, injertos, tratamientos fitosanitarios, vecería o distintos tipos de manzana de mesa y sidra. Y para que a los niños no les resulten extrañas las pumaradas, imparten cursillos a los alumnos de quinto y sexto de los colegios de Lieres, Carbayín y la Pola. Son 216 socios.
"Ahora estamos apostando por la sidra casera", destaca Toni Fernández, que reconoce que está viviendo un auge. Creen que es gracias a que "empieza a ser juzgada por gente que elabora sidra casera, no la industrial", pues son productos con sus diferencias. José Riestra hace hincapié que el momento dulce que vive la bebida que se hace en los llagares de casa también se debe a que "hay sidra muy buena". Se ha mejorado la calidad y la producción.
El club sigue de cerca a otros lugares con tradición en el cultivo de manzana y de elaboración. "Queremos saber qué pasa en el País Vasco y en Galicia porque nos están adelantando por la derecha. Pensamos ir más lejos todavía: a Francia e Inglaterra", advierten en su defensa de un producto tan asturiano como la sidra. En la última edición de Agrosiero se llevaron el premio al mejor colectivo del concejo.
