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Suspenden un partido en la nueva pista polesa porque resbala

Los benjamines del Condal echaron, sin éxito, laca a las zapatillas

Alumnos del colegio Celestino Montoto, el pasado noviembre, visitando el nuevo polideportivo de Pola de Siero. M. N. MORO

La cancha del nuevo polideportivo de Pola de Siero parece más una pista de patinaje que de fútbol sala. Los benjamines del Condal de Noreña jugaron el sábado contra el equipo local del Romanón y como ya conocían las instalaciones, porque habían estado el 3 de diciembre, fueron precavidos. Pero de poco les sirvió el truco de echar laca en la suela del calzado para evitar resbalones ante la escasa adherencia del suelo. No paraban de resbalar.

Así que para "velar por la integridad física" de los chavales, los directivos del Condal decidieron retirar a sus jugadores de la cancha y suspender el partido. "Nuestro único objetivo era que no se hiciera daño ningún crío y no queremos perjudicar a nadie", afirman. Lamentan la situación e insisten que no pretenden que su decisión afecte ni al club organizador, el Romanón, ni al polideportivo. Pues, precisamente, destacan las buenas instalaciones recién inauguradas en Pola de Siero, aunque ya han dado otros problemas. El más importante, el de insonorización, que ha obligado a trasladar yoga o pilates al antiguo polideportivo hasta que se solucione el problema, pues los techos no están cerrados.

El alcalde de Siero, Ángel García, resta importancia a estos inconvenientes que han ido surgiendo con el uso de las instalaciones, que han costado más de 3 millones y se puso en marcha en el anterior mandato.

El regidor asegura que están tratando de solucionar los inconvenientes que se van encontrado, pues también ha habido quejas del tatami y se prevé incrementar la amortiguación o mejorar la intimidad de los vestuarios para que no haya visibilidad desde fuera. No es la primera vez que surgen quejas sobre lo resbaladiza que es la pista. En un primer momento se atribuyó al polvillo que podían soltar las paredes. "Intentamos colaborar para que se solucione la situación", insisten en el Condal, que lo único que les importó es que sus benjamines, de 8 años, no se hicieran daño.

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