Las negociaciones para sacar adelante los presupuestos de 2017 en Carreño están, de momento, estancadas. Los grupos municipales se reunieron ayer en una comisión de Hacienda en la que el gobierno local dio explicaciones y respuestas a su propuesta de cuentas, al mismo tiempo que la oposición formuló preguntas y realizó sus pertinentes anotaciones. Tras el encuentro, los representantes políticos se emplazaron a una nueva reunión -será la tercera para resolver las previsiones económicas del próximo ejercicio-, que se celebrará el 26 de enero, por lo que se augura prácticamente inviable que el presupuesto pueda aprobarse en el plazo de este mes.

Quien tiene más papeletas para ser el "aliado" que ansía el PSOE parece ser IU, que ya apoyó las cuentas de 2016 y que cuenta con los votos que, junto a los socialistas, darían la mayoría absoluta. El portavoz de la coalición, Ángel García, considera que es necesario "resolver puntos pendientes" antes de abordar el futuro, aunque reconoce que su grupo municipal tiene "disponibilidad" para alcanzar un acuerdo. Se espera que en los próximos días pueda haber un acercamiento.

Esta situación deja prácticamente descartado al PP. Las condiciones propuestas por los populares pasan por modificar la Relación de Puestos de Trabajo propuesta por el PSOE y reducir el gasto corriente para aumentar las inversiones. Ambas propuestas parecen haber sido obviadas por el equipo de Amelia Fernández. "Consideramos que la limpieza y los espacios verdes son los aspectos que más refuerzo necesitan, mientras que el PSOE plantea aumentar el número de administrativos, algo con lo que no estamos de acuerdo", aseguró ayer José Ramón Fernández, quien también apuesta por aumentar la inversión "en saneamientos, caminos rurales y calles".

Por su parte, Somos tampoco se borra de un posible acuerdo que supedita "a gestos de acercamiento".