El Bajo Nalón enfoca su desarrollo con apoyo al sector servicios una vez que el primario y el turismo rural se han consolidado en la comarca. El último paquete de ayudas europeas Leader ha servido para potenciar negocios sanitarios que permiten fijar población al apostar por servicios que sólo hay en las ciudades. "Es un mercado potencial evidente, generan puestos de trabajo, es un sector con demanda creciente y favorece una evidente mejoría de la calidad de vida de los habitantes del medio rural", explica Juan Antonio Lázaro, gerente del grupo de desarrollo rural.
Las subvenciones europeas han servido para potenciar una clínica dental en Soto del Barco y, en Pravia, para que una óptica aumente su nicho de mercado mediante el sector de la audiología y para que una clínica de fisioterapia amplíe sus prestaciones a los clientes mediante una máquina nueva. "Las ayudas diversifican porque obliga a los promotores a mejorar los servicios que tienen a través de las nuevas tecnologías, como es el caso de la clínica de fisioterapia, o bien con otras actividades paralelas compatibles, como el caso de la óptica", precisa Lázaro, quien estima conveniente tener en cuenta que se trata de servicios sanitarios que no cubre la Seguridad Social. Además, los observa necesarios para el grueso de la población de la zona, mayor de 65 años . "Es lo que se podría denominar como 'gerontoindustria", precisa.
El fisioterapeuta Alfonso García Selgas destaca la comodidad de un servicio sanitario en el pueblo: "Los pacientes, sobre todo cuando son tratamientos diarios, buscan cercanía además de calidad y atención especializada". En su caso, optó por ampliar la dotación de su clínica con la compra de un aparato de radiofrecuencia. "Los pacientes lo solicitaban cada vez más y optamos a la ayuda porque es algo innovador que no hay en la zona", explica.
Y ha advertido un aumento de pacientes, ya no tanto particulares, si no aquellos derivados de las mutuas por haber apostado por la última tecnología.
También Conchita Iglesias se acogió al paquete Leader para ampliar su óptica con servicios de audiología porque "no había en la zona y supone una nueva línea de negocio", comenta. Han tenido que hacer obra para dividir el local y han empleado la ayuda para adquirir tecnología de audiología para poder realizar los diagnósticos.
"La subvención está muy bien porque facilita la compra de los aparatos y, además, no fue un proceso complicado ni encontramos trabas", señala.
Los servicios sanitarios en el pueblo, con mejores precios que en la ciudad y con el valor añadido de la cercanía. Así son los negocios que crecen en el medio rural, al amparo de una creciente y numerosa demanda, que tiene en la tercera edad un nicho de mercado atractivo y de futuro
