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Lugo, cantera de artistas

"Nos gusta representar cosas y hacer amigos", destacan los alumnos del taller teatral dirigido por la actriz Mayra Fernández

Lugo, cantera de artistas

"Mamá, yo quiero ser artista", confesaba Concha Velasco en su popular canción. Como ella, una decena de niños se dan cita los jueves en la Casa de Cultura de Lugo para buscar un sueño y recibir clases de teatro. Y es que la mayoría asegura que, "de mayores", quieren ser actores, cantantes o, en general, artistas. Para guiarles en este largo camino al estrellato se encuentra Mayra Fernández, hoy actriz profesional que, como ellos, también empezó "con talleres en Llanera".

"Yo, de mayor, quiero ser actriz porque me gustan mucho el cine, el teatro, bailar y hacer muchas cosas", grita con entusiasmo Noa Popova, mientras juega con dos compañeras, que también se suman a la propuesta. "A mí también me gustaría representar cosas", apunta Lola Requeni. Como no podía ser de otra manera, Zaira González, la tercera en discordia, también se siente atraída por los focos mediáticos: "Yo quiero ser pintora, pero que me graben y me saquen por la televisión pintando cuadros", señala.

Precisamente, la propuesta de la profesora conjuga a la perfección con el sueño de González. Y es que, además de realizar juegos teatrales, Fernández plantea también "ejercicios plásticos", en este caso de dibujo. "Además de la interpretación, durante el taller también vamos a descubrir a los pequeños la importancia de los Derechos de la Infancia", plantea la actriz, que, junto a las pinturas y el papel, utilizará "cuentos teatralizados" para ello. Asimismo, "si todo va bien, aunque no es la pretensión inicial", los aprendices de estrella cerrarán el curso organizando una función.

Durante la fase de dibujo, en los tramos finales de las clases, es cuando los niños, con edades comprendidas entre los 7 y los 10 años, están más tranquilos. Alguno asegura, incluso, que disfruta más este momento que el de la propia actuación.

"Me gustan mucho los dos, quizás un poquito más la pintura, pero que no se entere la profe", confiesa, con una enorme sonrisa, María Paulina Ocando, quien lleva "desde los 3 ó 4 años" asistiendo a talleres de teatro. "Es lo que hace que no me ponga nada nerviosa", desvela la pequeña que, además del propio aprendizaje, se lleva "muchos amigos nuevos" de las lecciones en la Casa de Cultura, "que es lo más importante".

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