Las sanciones por quebrantar la ordenanza municipal de tenencia de animales aumentaron en Carreño un 46% en 2016, en relación al año anterior. Llevar las mascotas sin atar, dejarlas libremente en las playas y la posesión de perros sin chip de identificación fueron los principales motivos por los que la Policía Local cursó un total de 111 denuncias. Por su parte, los expertos consideran que hay cierta "dejadez" por parte de algunos dueños de mascotas, mientras que estos alegan "falta de publicidad de la ley" y la "carencia de espacios apropiados para animales durante los meses de verano".
"Es verdad que no todo el mundo pone chip al perro, un caso que se agrava con los gatos. Hay mucha gente que recurre a este sistema más por recuperar al animal en caso de pérdida que por cumplir con la realidad", explica Ana Rodríguez, veterinaria de la clínica Cabo Peñas de Candás, quien considera que esta práctica se extiende a las vacunas. "Por ejemplo, la vacuna contra la rabia no es obligatoria en Asturias, al contrario que en otras comunidades autónomas, y en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Es algo que se debería estudiar, porque es importante", sostiene.
Sobre los incumplimientos de la normativa en materia de civismo, Rodríguez prefiere "no valorarlo", al considerar que no tiene "elementos de juicio suficiente". Si bien, considera que "hay más concienciación en el cuidado de animales que antes". "La sociedad ha avanzado mucho, y hay más activismo, aunque en muchos casos se quede solamente para el ámbito de internet. Pero sí es cierto que la gente ha perdido el miedo a denunciar casos de abusos a animales. Si bien, y aunque queda mucho camino por recorrer, estos casos son residuales", abunda.
Precisamente, en la falta de cuidados a los mininos pone especial énfasis Pilar de la Iglesia, de la asociación "Don Gato 10". "Es cierto que mucha gente no le pone chip al gato, porque no es un animal que salga de casa. Pero, por ejemplo, antes de ayer recogimos un gato que tenía toda la pinta de haber sido abandonado y, como no tenía identificación, no se pudo dar con el propietario, que merecería una sanción", expone la activista, quien también pide "más implicación" al Ayuntamiento, además de "civismo" a los propietarios de mascotas. "En muchos casos es más importante el sentido común que seguir la normativa", advierte.
El grueso de las denuncias se centraron en casos por perros suelos y por transitar con el can por la playa durante la temporada estival. Patricia Martín, quien posee dos perros, considera que estos casos pueden darse "por falta de conocimiento de la norma". "Quizás falta información sobre la normativa y también civismo. Hay cosas que, por sentido común, sabes que no debes hacer con el perro. A mí no se me ocurriría meterlo en una playa llena de gente porque entiendo que molestaría".
Como alternativas, Martín propone "habilitar una playa para perros" en el concejo. "En Carreño hay muchos arenales y algunos apenas se utilizan. Deberían preparar una para que la gente con perros pueda acudir, como se hace en otros municipios. Además, estoy segura de que sería un reclamo turístico", asegura.
En la misma línea, Emilio Cabaleiro, dueño de un pequeño can, también aboga por la habilitación de "playas para perros". "Me parece muy bien que no nos dejen bajar con el animal a la arena durante los meses de verano, pero que nos den alternativas. Que nos ofrezcan un sitio para poder ir tranquilamente a sacar el perro, porque no tenemos donde ir. En todos los sitios tienen arenales o parques para perros, pero este Ayuntamiento no hace nada", enfatiza este vecino, quien asegura haber recogido "50.000 firmas para que el gobierno local ponga a disposición de los vecinos un recinto de este tipo".
Como sugerencias a esta posible zona, el candasín encuentra en la "playa de San Antonio" el lugar perfecto. "Es un lugar al que no va nadie. Está lleno de piedras y no se puede utilizar para tomar el sol ni bañarse. Pues que lo adecenten un poco y que nos dejen ir a allí", expresa.
Además, para Cabaleiro la norma es "demasiado estricta" y las sanciones "muy elevadas". "El otro día a una mujer le pusieron una multa de casi 200 euros por llevar suelto un chiwawa, que ya me dirán a mí que peligro puede tener eso. Pero es que ni advertencia ni nada. Te ponen la receta y a pagar", denuncia.
La mayoría de las denuncias tramitadas durante el 2016 se realizaron por mediación de la Policía Local, aunque hay un porcentaje mínimo en el que los vecinos advierten de incumplimientos de la normativa en el caso de que observen, por ejemplo, un perro suelto.
Sobre la no recogida de excrementos de las mascotas, uno de los quebrantos más comunes y que más molestan a los viandantes, son "difíciles" de aplicar, ya que para ello la Policía Local ha de pillar "in fraganti" a los infractores porque, de lo contrario, sería casi imposible de demostrar. La mayoría de las sanciones impuestas se centran en el núcleo urbano de Candás.
Además de éstas, los agentes también aplicar sanciones en caso de que el estado físico de los animales se deficiente: especialmente casos de malnutrición y abandonado. Afortunadamente este tipo de situaciones son poco frecuentes.
