Acercar la filosofía a los moscones a través de temas atractivos. Es lo que se propone el filósofo de Grado Rafael Vázquez Suárez, y para ello y como germen de las futuras jornadas, ayer ofreció una charla sobre la materia en el cine desde el punto de vista del materialismo filosófico que defendió Gustavo Bueno, escuela a la que pertenece. "La idea es hacer dos o tres jornadas al año para abordar problemas actuales o temas de interés desde un punto de vista filosófico para atraer a los moscones a la filosofía y que no resulte complejo", afirma.

Ayer dio un primer paso en esa línea en la Casa de Cultura, donde impartió una conferencia sobre los modos y contenidos con los que el séptimo arte incluye ideas filosóficas en sus largometrajes. Vázquez ha clasificado los modos en cuatro: dogmático, histórico, adjetivo y crítico. "El dogmático es el que hace apología de alguna institución y normalmente tiene contenidos políticos o religiosos", explica. Sería "La Pasión de Cristo" o "Camino".

El histórico describe sin entrar a criticar las ideas, como los documentales no apologéticos o películas como "Ágora". El adjetivo es el que, quizá, más desapercibido pase. "Son las típicas películas de amor o aventuras en las que se defiende una filosofía sobre el amor o la vida pero a un nivel en el que estas ideas se confunden con la propia cultura de la sociedad", detalla. En ese sentido, precisa que "las grandes industrias cinematográficas tienen intereses y tienden a defenderlos en las películas e incluso los propios gobiernos financian producciones".

Y, por último, el crítico que muestra todas las posibilidades y el enfoque del director es neutral. Vázquez destacó "Doce hombres sin piedad" como ejemplo o "2001: Una Odisea en el espacio".