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Bimenes activa la ruta de los molinos

El concejo quiere impulsar la senda, muy visitada, con la apertura de la aceña de Milio, la mejora de la señalización y su ampliación hasta Peñamayor

El molín de Barrial. M. N. MORO

La ruta de los molinos de Bimenes dará un salto cualitativo próximamente. El alcalde, Aitor García, y el concejal Manuel Rodríguez, manejan dos importantes proyectos para desarrollar en breve plazo. El primero de ellos es poner en actividad uno de los molinos, concretamente el Molín de Milio.

La idea es que el Ayuntamiento llegue a un convenio o plantee una concesión a una empresa para que le dé vida. "De esta manera conseguimos que la gente no sólo venga a la ruta por ver la naturaleza o los edificios, sino también para verlos en funcionamiento, para que conozcan la manera en que se hacía antes la harina de maíz", dijo el alcalde.

La ruta tiene tres molinos completamente restaurados. El Molín de Barrial, el primero que el caminante se encuentra en la ruta; el mencionado Molín de Milio; y finalmente el Molín de Honorio. Además, en sus inmediaciones, hay restos de al menos otros tres.

El Molín de Milio está preparado para funcionar en cuanto entre el agua de la presa. El Ayuntamiento de Bimenes solo tendría que acondicionar la entrada del agua y el molino podría comenzar ya su actividad. Y en el Molín de Barrial está previsto, asimismo, habilitar un prado anexo como área recreativa.

Los responsables del equipo de gobierno se dieron un paseo por la ruta para explicar a LA NUEVA ESPAÑA la nueva señalización, que mejorará la calidad de los carteles y los indicadores de todo el trazado. La ruta de los molinos tiene mucha aceptación, y cada vez más visitantes, y los responsables municipales quieren que todo esté cada vez mejor para recibirlos. Una buena señalización es parte de esa mejora.

Dificultad media

La ruta comienza en la Llera y concluye en Melendreros, y tiene un recorrido de 2,3 kilómetros. Se considera de dificultad media porque en la parte final tiene algún tramo con pendientes pronunciadas, pero en cualquier caso es de fácil acceso y bastante cómoda para caminar, aparte del atractivo que tiene ir por un sendero entre árboles, rodeado de naturaleza y siempre con el murmullo del río de fondo.

La otra iniciativa prevista para la ruta es abrir el camino para que llegue hasta Fayacaba, en la falda de Peñamayor. Como explica Manuel Rodríguez, "ahora el camino se interrumpe en Melendreros, y hay mucha gente a la que le queda un poco corto. Hay quien busca otras salidas para seguir caminando, pero no hay una ruta marcada; lo ideal es que llegue hasta Fayacaba para que tengan la opción de subir más".

Además, según el edil, se permitiría que las excursiones pudieran salir de La Llera y que el autobús las recogiera en algún lugar de la parte alta.

La recuperación paulatina de los caminos que enlazan con la ruta de los molinos es una manera de conectar con la historia de la zona. En su día, toda la gente de los alrededores acudía a los molinos a moler su grano, y ahora quien quiera podrá seguir sus pasos y asomarse a lo que fue aquel trozo de tierra en otros tiempos.

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