El inminente cierre de la industria cárnica Alperi Cuesta es un nuevo ejemplo de los muchos movimientos que vive un sector clave en Noreña en los últimos tiempos, en los que el cierre de los principales mataderos que se mantenían en el concejo chocan con la ampliación y cambio de titularidad de las principales fábricas especializadas en productos elaborados. La liquidación de Alperi Cuesta supone el fin de los sacrificios a nivel industrial en la región, rematando el último matadero activo que quedaba tras el cierre de sus vecinos de Junquera Bobes en el verano de 2014, que próximamente tratará de resucitar el grupo Panero. Una noticia que choca con otras vividas recientemente como fue la adquisición por parte del grupo de Espárragos Carretilla de la fábrica La Noreñense el pasado 16 de diciembre en una operación millonaria que terminó con medio siglo de gestión familiar para dar paso a una apuesta por tratar de aumentar su ya de por sí importante capacidad exportadora de productos preparados como los callos o la fabada, entre otros. Meses antes, concretamente en septiembre, Embutidos El Hórreo, la industria más antigua de Noreña que fue fundada a principios del siglo XX, anunciaba el traslado de su unidad productiva al polígono industrial de Meres, en el vecino concejo de Siero, ante la imposibilidad de seguir creciendo en su anterior ubicación en la Villa Condal para dar respuesta a la gran demanda de sus productos. Movimientos a los cuales hay que añadir la obra de ampliación de la escuela de la carne, ubicada en el polígono de La Barreda, iniciada recientemente.
