Los vecinos de Toroyes, en la parroquia maliayesa de Priesca, están en pie de guerra. Piden al Ayuntamiento la reparación de una carretera, llena de baches y casi intransitable. "Llevo dos meses sin poder venir porque la furgoneta la machaco, y en moto ya caí dos veces", lamenta uno de los vecinos de las once viviendas que hay en el pueblo, Juan Manuel Álvarez.
"Toda la vida, en moto, y nunca caí...", lamenta, aún con el susto del cuerpo después del último accidente, en el que diez centímetros le libraron de precipitarse por un terraplén. Necesitó ayuda y perdió hasta el calzado entre el barro.
Álvarez agrega que cuando llueve la situación empeora porque "no hay cuneta" y recuerda que "antes, a cambio de sacar madera del monte, nos daban grijo" para arreglar el camino. Pero ahora la vía necesita una intervención mayor. Echa en falta la señal que restringía el paso de vehículos de más de 8 toneladas tras la llegada de los maderistas.
Miguel Toyos insiste en que "está lleno de baches". Antes "no estaba bien, pasable, pero los maderistas acabaron con ello", apunta. Agrega que el Ayuntamiento les prometió el arreglo de la vía cuando finalice la saca de madera, pero ya está intransitable. Incluso peligrosa, apuntan, porque el barro hace que en algunos puntos patine el coche, con el que hay que ir sorteando los verdaderos agujeros que tiene el firme en los 1,9 kilómetros desde La Quintana hasta Toroyes.
"Mira qué pozos, ¡esto ya es demasiado!", asevera Luciano Toyos. Sostiene que si para conducir por esta vía "está mal de día, está peor de noche". También se queja de que también está sin desbrozar y preguntan qué fue del proyecto de reparación que hubo.
Para José Manuel Cambiella, "ya es demasiado, desde junio que empezaron a sacar madera y estamos así...". Ismael Toyos también siente que están "abandonados" y pide que la reparen. Ruth Fernández apunta que hay que ir con cuidado para no pegar con la parte baja del coche.
