La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Denuncian el robo de leña en Valdesoto para venderla en el entorno

"Los pillamos, pero se fueron tan tranquilos", denuncia la hostelera Isabel Casielles

Isabel Casielles, ayer, posando en el lugar del que se sutrajo la leña. L. BLANCO

Los cacos ya no hacen ascos ni a la leña en Valdesoto. Vecinos de la parroquia alertaron ayer de que en los últimos días fueron testigos de cómo un hombre y un niño robaban trozos de madera de una propiedad privada a plena luz del día y con total tranquilidad. Un botín que, según sospechan, podría estar siendo vendido en localidades próximas a un módico precio.

Los hechos tuvieron lugar el miércoles a las cinco de la tarde en el aparcamiento del bar Casa Fredín de La Venta de la Salve. El hombre y el niño fueron pillados in fraganti cuando estaban metiendo trozos de leña en el maletero de un Citröen Xsara gris. "Los pillamos, pero cerraron el maletero y se fueron tan tranquilos", señala la dueña del local, Isabel Casielles, que asegura que su madre, que los atrapó e pleno apogeo, les pidió sin éxito que devolvieran lo que cogieron. "Les dijo que eso tenía dueño, pero hicieron oídos sordos", explica Casielles.

Si bien reconocen que la pérdida económica no es muy relevante, los afectados se muestran indignados con esta manera de actuar. "No respetan nada y campan a sus anchas por una propiedad privada", declaran, para luego alertar al resto de los vecinos de que estén alerta ante este tipo de episodios, que al parecer son bastante habituales. "En esta ocasión fue madera, pero mucha gente es víctima de robos de otros materiales y objetos que pueden ser vendidos para sacar dinero", declara la hostelera.

Sobre el posible destino del botín, los vecinos lo tienen claro. Tras sufrir el robo de la leña, los afectados se encargaron de comunicarlo a vecinos tanto de la parroquia como de otras localidades del entorno, como Carbayín o Tuilla. En las mismas, algunos vecinos advirtieron de que había un hombre con un vehículo como el que habían identificado en el lugar del robo ofreciendo leña a módico precio para afrontar estos días de frío sin necesidad de doblar el espinazo para abastecer chimeneas y calderas.

Unos hechos que, sin embargo, las víctimas no se molestan en denunciar a las autoridades, al considerar que toda gestión por esa vía tendría poco efecto. "Tiene tan poco valor lo robado que aunque los pillaran poco podrían hacer", se resignan unos vecinos que dicen padecer "con rabia" cómo unos ladrones avispados y con pocos escrúpulos se benefician de su esfuerzo para ganarse la vida de una manera poco honrada.

De todos modos, el sentir general es que la delincuencia está a la orden del día por la zona. Sin ir más lejos, el propio local hostelero fue objeto de intentos de robo hace unos años y en la misma parroquia existe el caso del bar del campo de fútbol en el que el pasado año se produjeron nada menos que tres robos, y un cuarto intento que finalmente fue frustrado gracias a la instalación de un sistema de alarma.

Estos factores invitan a los lugareños a estar alerta y tomar las mayores precauciones posibles. La parroquia pide a las autoridades que, en la medida de lo posible, pongan su granito de arena intensificando las patrullas y la vigilancia, con la esperanza de atajar sucesos de este tipo.

Compartir el artículo

stats