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La niebla, una más entre los moscones

Los vecinos adaptan a la bruma habitual de la villa sus hábitos diarios, como los paseos: "Hay que esperar a que abra para disfrutar del sol"

Berta Menéndez y Eugenio Díaz, disfrutando de una caminata, sin niebla y con sol. s. arias

Hasta que la densa niebla no abandona el valle de Grado, los caminantes no se asoman por el Paseo del río Cubia. Ni tampoco por las huertas o fincas. Y son muchos los que esperan a que se retire para salir a los recados. Porque la niebla es una constante y una más entre los moscones, que se han acostumbrado a ella y adaptan sus hábitos.

Eso se nota en el paseo del Cubia. No es hasta que el sol hace acto de presencia cuando se deciden a calzarse los playeros. Este año, con la escasez de lluvias, el vial verde de la villa está lleno de gente a mediodía y después de comer, aprovechando los rayos de sol que calientan algo el gélido invierno. "Venimos todos los días para dar un paseo porque a nuestra edad es bueno pero siempre esperamos a que abra para aprovechar el sol", comenta Berta Menéndez, vecina de Grado. Y no sólo el paseo, muchos aprovechan las conexiones de la senda verde con los viales de Peñaflor, que ofrecen un kilómetro más de caminata hasta Peñaflor más otro de vuelta. Y, también, en sentido contrario. Son muchos los que discurren hasta La Granja, el espacio que el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA), tiene en La Mata.

"Es muy tranquilo, desde aquí se ve el pueblo y también la naturaleza y no se tropieza con la gente", destaca Eugenio Díaz. Aunque cuando más actividad hay es en primavera y verano, este seco invierno está permitiendo disfrutar del espacio, cuando la niebla lo permite.

María Josefa Fernández e Isabel Amo son dos fijas y están encantadas de poder aprovecharlo bien esta temporada, aunque deben esperar al mediodía a que el sol vence a la niebla. "Pasamos la mañana y la tarde, respiras aire puro, ves el pueblo muy guapo desde aquí y las mascotas dan un paseo", señala Amo. En verano aprovechan para echarse un rato al sol en alguna zona. Su preferida es el Jardín de las mariposas. "Te sientas allí y descansas, es una paz, siempre hay parejinas con niños, es un sitio para disfrutar", afirma Fernández. Además, van con el teléfono móvil siempre en ristre para capturar la naturaleza. "En verano cuando están los patos o las ovejas que hay por donde La Granja, que ya vienen a saludarnos".

Los aficionados a las carreras deportivas también aprovechan el paseo para entrenar. Un espacio para el disfrute de los moscones y sus mascotas que este invierno disfrutan a pleno rendimiento. Con permiso de la niebla.

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