Era su día grande, el más importante del año. Junto a sus siete hermanos bajaban al amanecer desde La Devesa a Puentevega (Pravia) para vender el ganado, sacar unas perras para el invierno y, si se podía, comprar alguna res. Así era cada 10 de septiembre para Paulino García Arango. La feria ganadera de La Ponte era la jornada más esperada del año, por eso deseaba que por fin lograse el título de Fiesta de Interés Turístico Regional. García falleció sin conocer la buena noticia, que muchos pravianos han celebrado al conocer que la declaración está cerca.
"Me parece fenomenal que protejan la fiesta porque es centenaria", afirma Felipe Rubia, de Agones. La feria, conocida en sus inicios como "el mercadín de La Puente" es la única y, además, la más antigua de Pravia. Al menos, tiene doscientos años calculando por alto, dice Rosario Cuervo, alcaldesa de la parroquia rural del Valle de Arango, pero puede que sean muchos más, añade.
La Ponte siempre se celebra el 10 de septiembre. Y los fieles nunca faltan, como Cheyo Rubio, de Agones: "Vamos todos los años o la feria o al arrastre de bueyes o a los bolos o las verbenas, pero nunca faltamos, es una de las fiestas más populares y antiguas de Asturias". En épocas pretéritas, había vacas, xatos, burros, caballos y bueyes, amarrados a postes o sueltos, desde primera hora de la mañana. Buenos tratos se hacían. De hecho, Paulino García recordó tiempo atrás en LA NUEVA ESPAÑA cómo una vez vendió una vaca por 30.000 pesetas a mediados de los 60.
De aquellos tiempos sabe Avelino Fernández, quien acudía de pequeño con su abuelo Braulio Rodríguez, de Selgas. Una actividad infantil que le ha marcado y por eso sigue acudiendo a Puentevega para recordar su niñez. "Es estupendo que la hayan declarado porque es una fiesta de toda la vida como San Pedro de Mallecina", sostiene.
Ganaderos de Pravia, Salas, Cudillero, Grado y otros concejos cercanos no se perdían la feria, aunque en los últimos años, por el declive ganadero regional, el encuentro ha ido perdiendo fuelle, aunque los de la zona siguen fieles. Pero el presidente de la asociación de vecinos "Valle de Arango", Alberto Fernández, cree que la declaración ayudará a mejorar: "Habría que facilitar los transportes, el Ayuntamiento siempre nos apoya: ahora, al ser fiesta de interés podamos tener más apoyos".
Álvaro Álvarez lo tiene claro: "Ye la mejor, el ganado que hay en La Ponte es buenísimo, ya no hay tanto como antes así que está bien que la hayan protegido para que no se pierda, todo lo que sea apoyarla será bueno", opina.
Pero en La Ponte no todo es ganado, aunque es su principal atractivo. En Puentevega es tradición el juego de bolo batiente en la bolera de barro, también centenaria, que se mantiene en el pueblo y se llena de gente en el torneo. También hay comidas familiares en la ribera del río Aranguín. Un día para la familia, como destaca Toni García, hijo de Paulino. "Es un día muy especial; si vas desde niño, estás todo el año esperando por ella". Durante cinco años estuvo al frente de la comisión organizadora y reconoce que la declaración es un éxito. "Es difícil porque hay que andar pidiendo mucho para que bajen los ganaderos y hay mucho que hacer y hay mucho gasto".
En los últimos años La Ponte también ha ganado fama por su verbena, a la que acuden orquestas de primer nivel. "Hay que dar a conocer el valle de Arango y todos sus recursos porque es desconocido en Asturias y ahora tenemos una oportunidad", precisa Alberto Fernández.
Con mucho trabajo y un programa repleto de actividades, La Ponte sigue en el calendario. Algo que "no es de extrañar", asegura Flor López, "porque es digno de ver, La Ponte tiene un éxito tremendo, era impresionante lo que había allí de ganado y ahora tienen las mejores orquestas gallegas".
